Oxfam Intermón ha llevado estos datos al Foro de Davos, recalcando las brechas existentes no solo entre ricos y pobres, sino también entre hombres y mujeres
T. FARIÑAS. EL CONFIDENCIAL.– Los más de dos mil multimillonarios con más riqueza del mundo tienen más que 4.600 millones de personas en todo el planeta; solo 22 hombres, los más poderosos económicamente del globo, son más ricos que todas las mujeres de África juntas; las mujeres y niñas de todo el mundo realizan 12.500 millones de horas de trabajo no remunerado, especialmente en tareas de cuidados: estos son algunos de los datos clave que se extraen del último informe sobre la crisis de desigualdad global publicado este lunes por Oxfam Intermón, que asegura que la desigualdad económica está descontrolada. «Los Gobiernos crearon esta crisis de desigualdad, y ahora deben actuar para ponerle fin», sostiene la CEO de Oxfam India, Amitabh Behar, reporesentante de la confederación de Oxfam en el Foro de Davos de 2020. Su principal petición, que los Ejecutivos de cada país garanticen que «las grandes corporaciones y los individuos ricos paguen su justa parte de los impuestos y aumenten la inversión en servicios públicos e infraestructura».
Los datos del informe son poco alentadores, y de ellos se arroja una situación complicada: la desigualdad global está «sorprendentemente arraigada» y el número de multimillonarios se ha duplicado en los últimos 10 años, aunque los principales beneficiados son, en su mayoría, hombres. «Los Gobiernos deben aprobar leyes para abordar la gran cantidad de trabajo de cuidados realizado por mujeres y niñas, garantizar que las personas que realizan algunos de los trabajos más importantes de la sociedad estén bien remunerados (…) y priorizar los cuidados como se hace con otros sectores para construir economías más humanas que funcionen para todos, no solo para unos pocos afortunados», insiste Behar.
La representante de Oxfam en Davos es clara, y asegura que «la brecha entre ricos y pobres no se puede resolver si no se ponen en marcha políticas deliberadas que rompan esta desigualdad». «Y muy pocos gobiernos están comprometidos con esto». La enorme brecha existente reflejada en los datos que se han llevado a Davos este año son, según la organización, fruto de «un sistema económico fallido y sexista», un modelo «defectuoso que ha acumulado enormes cantidades de riqueza y poder en manos de una élite rica, cuyos beneficios se deben en parte a la explotación del trabajo de mujeres y niñas y a la vulneración sistemática de sus derechos».
El valor del trabajo que no se paga
Además de la brecha salarial, que es una realidad en todo el mundo (y también en España) y de la desigualdad de género en las tareas domésticas —que se mantiene también en situaciones en las que la mujer tiene un nivel educativo superior y mayores ingresos—, el informe de la organización se centra, en gran parte, en el volumen de trabajo de cuidados y en quién está detrás de su realización: «a nivel global, las mujeres realizan más de tres cuartas partes del trabajo de cuidados no remunerado, y constituyen dos terceras partes de la mano de obra que se ocupa del trabajo de cuidados remunerado». Las mujeres que realizan este tipo de trabajos sin cobrar por ello lo hacen en un volumen excepcional: 12.500 millones de horas diarias, lo que equivale a 1.500 millones de personas trabajando ocho horas al día sin recibir ninguna remuneración.
Además, si se analiza el trabajo de las mujeres en tareas de cuidados pero remunerado, a nivel global éstas dedican el equivalente a seis semanas a jornada completa más que los hombres. «No es que las mujeres no trabajen, sino que trabajan demasiado y la mayor parte del trabajo que hacen no está remunerado ni reconocido, y por lo tanto es invisible». La estimación que ha realizado Oxfam en este estudio es abrumadora: el valor económico del trabajo de cuidados no remunerado llevado a cabo por las mujeres y niñas en todo el mundo es de al menos 10,8 billones de dólares anuales, es decir, el triple del tamaño de la industria tecnológica mundial. Y todo esto, aseguran, «no es fruto de la casualidad», sino que es consecuencia del actual modelo económico, «patriarcal y extractivo, que promueve la acumulación de una ingente riqueza en manos del 1% más rico de la población y al mismo tiempo potencia la exclusión de las mujeres».
La desigualdad, en datos clave
- Los 22 hombres más ricos del mundo tienen más riqueza que todas las mujeres de África juntas
- Las mujeres y niñas del mundo realizan 12.500 millones de horas diarias en trabajos de cuidados sin cobrar
- La contribución de este trabajo a la economía mundial está valorado en 10,8 billones de dólares diarios, más de tres veces el tamaño de la industria tecnológica global
- Conseguir que el 1% más rico del planeta pague solo un 0,5% más de impuestos sobre su riqueza en diez años equivaldría a la inversión necesaria para crear 117 millones de empleos en sectores como educación, sanidad y cuidado de niños y ancianos
- En 2019, 2.153 personas tenían más riqueza que 4.600 millones de personas
- El 1% de personas más ricas del mundo tienen más riqueza que 6.900 millones de personas
- Las mujeres en comunidades rurales y en zonas de bajos ingresos realizan 14 horas diarias de trabajo no remunerado, cinco veces más que los hombres en las mismas comunidades
- De los cerca de 67 millones de trabajadores domésticos de todo el mundo, el 80% son mujeres
- El 90% de los trabajadores domésticos no tienen acceso a sistemas de seguridad social
- A nivel global, los hombres tienen un 50% de riqueza que las mujeres
- Solo el 18% de los ministros de Gobierno y el 24% de los miembros de Parlamentos son mujeres: como consecuencia de esto, las mujeres a menudo están excluidas de las tomas de decisiones