El denunciado, que se enfrenta a una multa de mil euros, lo niega y asegura que solo tuvo una controversia con otro miembro
E.V. PITA. LA VOZ DE GALICIA.- Un incidente entre unos manifestantes y los integrantes de una mesa informativa del partido Vox durante la campaña de las elecciones generales de abril del 2009 acabó en los tribunales. El Juzgado de Instrucción número 6 de Vigo celebró ayer el juicio por un delito leve de amenazas. El denunciante es el candidato electoral de Vox en la ciudad, el general Antonio Budiño, el cual acusa a un joven manifestante de la Coordinadora Antifascista de hacerle un gesto amenazante mientras gritaba: «General, general, aquí» y poniendo la mano a la altura del cuello añadió «te vamos a machacar».
El incidente se remonta al 13 de abril del 2019. Budiño y media docena de colaboradores habían colocado una mesa informativa y autorizada en el cruce de Colón con Urzaiz. La Policía Nacional, para evitar altercados, protegió el perímetro con varios furgones y diez agentes separaron a los militantes de Vox del grupo de opositores de la Coordinadora Antifascista que corearon consignas y cánticos en la calle Manuel Núñez, a 25 metros de distancia, durante 4 horas. La policía mantuvo alejados a ambos grupos. Según el general, les gritaban «fascistas» y «antipatriotas».
El denunciado negó ayer que hiciese gestos amenazantes al general. «Para nada» tiene algo personal contra el candidato, al que «non o vira diante de min». Alega que increpó a otra persona de la mesa, un joven que les retó con gestos de «venid, venid» y ellos le replicaron gesticulando mientras le gritaban «sodes moi valentes cos vosos amigos policías diante». Trajo a un testigo que confirmó que, en realidad, eran gestos retadores de «ven, ven» e iban dirigidos a un joven de la mesa de Vox y no al general.
Por su parte, los policías nacionales oyeron gritos de «Vigo será la tumba del fascismo» o «Fuera fascistas» pero no vieron el gesto amenazante. Identificaron al joven porque el candidato lo acusó de amenazarlo.
El abogado del denunciado preguntó a Budiño si un experimentado militar como él había sentido «medo ou inquietude» ante el joven, situado a 25 metros de distancia y detrás de un cordón policial. El político aclaró que «seré general hasta que me muera pero me ofendió que se amenace a un representante de un partido, me sentí amenazado como candidato de Vox pero no tuve miedo. Esa noche dormí perfectamente. No me llamó mal abuelo, me llamó fascista».
El abogado del general pide que el denunciado pague una multa de 1.080 euros por un delito de amenazas con la agravante de motivos ideológicos. Propone el alejamiento del denunciante y su familia durante un año, y la prohibición de comunicarse. La defensa pidió la libre absolución porque el denunciante no citó a testigos que acreditasen su versión en el juicio.