El pasado neonazi de un político conservador sacude cordón sanitario alemán

| 17 diciembre, 2019

EFE. LA VANGUARDIA.– El pasado neonazi de un político de la Unión Cristianodemócrata (CDU), el partido de la canciller Angela Merkel, ha sacudido el cordón sanitario alemán contra la ultraderecha y amenaza una de las coaliciones regionales surgidas para frenar su empuje en el este del país.

«Los partidos democráticos, y especialmente el partido al que pertenezco, no pueden tener nada que ver con los neonazis», afirmó el presidente del Bundestag (Parlamento federal), exministro de Finanzas y exlíder de la CDU, Wolfgang Schäuble.

«El dique de contención se está agrietando», alertó por parte del Partido Socialdemócrata (SPD) Ralf Stegner, representante del ala más izquierdista de esa formación, socio de la gran coalición de Merkel.

La pieza de la discordia es el caso de Robert Möritz, un político local de la CDU en el estado federado de Sajonia-Anhalt, uno de los «Länder» del este del país donde la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) consigue resultados por encima del 20 %.

Möritz admitió que en 2011 formó parte de los servicios de orden de una manifestación neonazi. En el pasado estuvo vinculado a organizaciones de este signo y, además, lleva tatuajes arquetípicos de la derecha más radical, de connotaciones nazis aunque no prohibidos.

PELIGRAN TRIPARTITOS REGIONALES

En Sajonia-Anhalt gobierna una alianza entre la CDU, el SPD y los Verdes, tripartito conocido como «coalición Kenia» por corresponder los colores de la bandera del país africano con los identificativos de esos partidos. Estas fórmulas de gobierno, consideradas impensables hasta ahora poco, están consolidándose especialmente en el este del país para lograr mayorías más o menos sólidas.

Junto al «Land» mencionado -donde la AfD logró en las regionales de 2016 un 24,2 % de los votos-, se han formado recientemente este tipo de tripartitos en Brandeburgo y Sajonia -donde los ultras obtuvieron el pasado septiembe un 23,5 y un 27,5 %, respectivamente-.

Desde el SPD y los Verdes de Sajonia-Anhalt se ha amenazado con una ruptura de la coalición en caso de que no se distancie la delegación regional de la CDU de Möritz. Desde el distrito electoral de este político se ha dado por buenas sus explicaciones: en esa fase de cercanía con los círculos neonazis tenía 19 años. Mantiene los tatuajes por ver una afinidad con simbologías celtas.

El tripartito regional se tambalea. Y las tensiones se han extendido asimismo hacia los gobiernos «Kenia» de los otros dos «Länder», de apenas unos meses de vida y sin una fórmula de recambio clara, en caso de ruptura.

LA CONSIGNA DEL AISLAMIENTO DESDE LA CÚPULA

A escala federal, el cordón sanitario respecto a la AfD es estricto. La formación ultraderechista, tercera fuerza a escala nacional desde 2017, no ha logrado ni siquiera una de las vicepresidencias del Bundestag, pese a que tradicionalmente a cada grupo parlamentario le corresponde una. Ninguno de los sucesivos candidatos presentados para ese puesto han logrado el respaldo necesario para su elección.

A escala regional también se rechaza toda colaboración con los ultras. Pero en algunos de los «Länder» del este del país surgieron ya voces de quienes apuestan por abrirse al «diálogo» con la AfD.

La cúpula de la CDU ha insistido en mantener esa norma y cada vez que ha surgido la cuestión se ha recordado la resolución aprobada en el congreso federal del partido de 2018 que rechaza toda colaboración política de la AfD.

En las estructuras regionales y municipales, sin embargo, se percibe como cada vez más difícil ceñirse a esa norma.

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