Ambos murieron a causa de dos crímenes fascistas en 1977, cuando todavía no tenían ni la mayoría de edad de aquella época. El caso de este joven acabó eclipsado por la matanza en el despacho de abogados de Atocha, que tuvo lugar un día después
ENRIQUE ABUÍN. GRANADA HOY.- En un 4 de diciembre siempre hay que recordar la memoria de Manuel José García Caparrós, aquel joven sindicalista malagueño trabajador de Cervezas Victoria que murió con 18 años en 1977 a causa un disparo de la Policía Armada simplemente por querer ir a manifestarse en reivindicación de la autonomía para Andalucía. Un lamentable suceso que hoy sigue recordándose y cuya importancia en la memoria colectiva sirve también para abrir paso a otras injusticias que no son tan conocidas como la del granadino Arturo Ruiz, otro joven asesinado por acudir a una manifestación también en 1977 por la ultraderecha en Madrid cuando solamente tenía 19 años.
La familia García Caparrós (fundadora de la Asociación de Víctimas de la Transición en Andalucía) registró hace poco más de un mes en el Palacio de San Telmo una carta solicitando una entrevista con el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, en representación de las familias de víctimas como el propio García Caparrós, los fallecidos del Caso Almería (tres jóvenes asesinados por la Guardia Civil al ser confundidos con miembros de ETA) y también la del granadino Arturo Ruiz. El objetivo de pedir este encuentro es el de lograr «la verdad, justicia y reparación de las víctimas».
El caso de García Caparrós guarda similitudes con el de Arturo Ruiz, pues ambos fueron asesinados en el año 1977 –año simbólico de la Transición– cuando se encontraban en la mejor época de sus vidas, en ese tramo en el que se da el salto de la adolescencia a la edad adulta y que las causas se viven a flor de piel y lo más legítimo y natural es querer defender unos ideales.
Además, ninguno contaba todavía con lo que se consideraba mayoría de edad de aquella época, ya que hasta 1978 no se redujo de los 21 a los 18 años. Es decir que ambos eran todavía menores cuando los dos salieron a la calle para ir a una manifestación y ninguno volvió a casa.
Pasan los años y sigue latente la memoria de aquel #4deDiciembre en el que la Andalucía digna y valiente se movilizó masivamente por su autonomía y fue asesinado Manuel José García Caparrós. ¡Viva Andalucía Libre!
Sin embargo, mientras la lucha por recordar a José Manuel García Caparrós sí ha conseguido que hasta el día de hoy se sigan reproduciendo los homenajes y se haya documentado esta injusticia en libros y en formato audiovisual, y también en una conocida letra de una comparsa gaditana, el asesinato de Arturo Ruiz es bastante desconocido y hasta este año, por ejemplo, no se le ha puesto una placa en Madrid para honrar su memoria.
EN EL SUMARIO SE DETALLABA QUE ARTURO RUIZ LLEVABA EN EL BOLSILLO 75 PESETAS, UNA FOTO DE UNA CHICA, Y UN LLAVERO CON UNA FOTO DE LOS KENNEDY
Fue once meses antes de aquel nefasto 4 de diciembre de 1977 cuando el 23 de enero de aquel año Arturo Ruiz, un joven granadino de clase obrera que compaginaba los estudios con trabajos de albañil, asistió a una manifestación en Madrid por la amnistía de los presos del franquismo. Una protesta que había sido prohibida por Rodolfo Martín Villa, aquel ministro de Relaciones Sindicales manchado por la matanza del 3 de marzo 1976 en Vitoria en la que murieron cinco trabajadores durante la represión de una huelga general.
Eran tiempos de supuestos ‘disparos al aire’ en las manifestaciones y silencio administrativo cuando había víctimas. Y también una época oscura con los pistoleros fascistas de Cristo Rey sembrando el pánico entre los que demandaban libertad en una España en la que la luz se abría paso a duras penas.
De la manifestación a la que había asistido Arturo Ruiz se había desmarcado el Partido Comunista, al no tener presos en aquel entonces pero las cárceles sí contaban por entonces con muchos presos políticos para los que se ansiaba esa amnistía. Así, en la mañana del 23 de enero de 1977 fue asesinado este joven granadino en la madrileña calle Estrella, justo donde se une con la calle Silva, a pocos metros de la Gran Vía.
La nota oficial de la Policía señaló que Ruiz falleció por disparo de arma de fuego tras perforarle el pulmón y el corazón. Además en aquel día otra joven manifestante también recibió un disparo en el pecho. Todo, mientras los agentes cargaban con las personas que pedían amnistía.
La investigación policial, tras recabar varios testimonios, identificó a José Ignacio Fernández Guaiza, un pistolero de la ultraderecha, como el autor del crimen. No obstante, este personaje vinculado con los círculos franquistas logró el salvoconducto para huir de España y se le perdió la pista sin saber nunca más de él. Probablemente, lo hizo ayudado por las fuerzas de seguridad. Puede que hoy pasee libremente por las calles de Madrid.
EL AUTOR DEL CRIMEN, UN PISTOLERO FASCISTA, HUYÓ AL SIGUIENTE DÍA SALIENDO DE ESPAÑA Y HASTA HOY NO SE TIENEN NOTICIAS DE ÉL
En una información aparecida en los periódicos de la época, la organización Triple A–Alianza Apostólica Anticomunista (un grupúsculo de extrema derecha) reivindicó el asesinato con una llamada telefónica.
Sin embargo, la matanza del despacho de abogados de Atocha en Madrid ocurrió un día después, el 24 de enero de 1977, y eclipsaría el crimen de Arturo Ruiz pese a la insistencia de su familia durante décadas en que se hiciera justicia con este crimen.
El sumario policial detallaba que en el bolsillo de este granadino contenía 75 pesetas, una foto de carné de una chica y un llavero con los retratos de los hermanos Kennedy. Este es el último recuerdo que dejó Arturo Ruiz.
Una placa en el respiradero de un garaje
El diario El País informaba este verano de la instalación de la placa que le puso el Ayuntamiento de Madrid a Arturo Ruiz. Un homenaje y una placa in extremis, pues se ubicó allí el 15 de junio de este año, justo cuando Manuela Carmena y su equipo de gobierno tenían que abandonar la capital de España para dejar pasa a la coalición de derechas en el último día de la legislatura. La placa en homenaje al joven granadino se ha ubicado en el respiradero de un garaje en la confluencia entre las calles Estrella y Silva, debido a las discusiones entre las comunidades de vecinos que impidieron en varias ocasiones que se colocara. «Aquí fue asesinado por la extrema derecha Arturo Ruiz García el día 23 de enero de 1977. Verdad, memoria y justicia», reza la placa en homenaje a esta víctima de la ultraderecha.