Francia, Alemania o Italia ponen sobre la mesa medidas para acabar con esta lacra social
CRISTINA SEN / EUSEBIO VAL / MARÍA PAZ – LÓPEZ. LA VANGUARDIA.- Un gran debate se ha suscitado en Francia en los últimos meses en torno a los asesinatos de mujeres a manos de sus parejas con el objetivo de cambiar todo su enfoque en un país en el que hasta ahora se habla de “violencias conyugales”. En cierta medida, se ponía la mirada en España, donde ya se ha acuñado el término de “terrorismo machista” para definir un problema cuyas raíces se hunden en las estructuras de unas sociedades que siguen primando el poder de los hombres sobre las mujeres.
Un debate que empieza también a plantearse en Alemania, aún de forma tímida. La reacción del feminismo en Europa ante la violencia de género y los asesinatos de mujeres que no cesan están obligando a los gobiernos a revisar unas políticas que no funcionan.
En Italia, cerca de 100.000 personas abarrotaban el sábado las calles de Roma en una manifestación promovida por el movimiento “Ni una menos”. Un clamor contra lo que también se denunciaba como una violencia estructural. Mientras, la Comisión Europea anunciaba ayer que la lucha contra la violencia de género será prioridad en esta próxima legislatura.
Francia
Medidas jurídicas y más dinero para atajar la plaga
EUSEBIO VAL
Los feminicidios se han convertido en una plaga de tal gravedad en Francia en los últimos años que el Gobierno se vio obligado a organizar hace un mes una gran mesa redonda nacional, con los diversos colectivos afectados –desde asociaciones de mujeres a juristas, asistentes sociales y policías, entre otros–, para estudiar un paquete de medidas que fueron anunciadas ayer por el primer ministro, Édouard Philippe. El arsenal jurídico será reforzado y se dedicará más presupuesto.
En la discusión pública se suele hablar de “violencias conyugales”, aunque muchas de las parejas no estén casadas, o de “violencias contra las mujeres”. Pese a cierta confusión terminológica, los hechos hablan por sí solos: cada año 220.00 mujeres son víctimas de agresiones en el seno de la pareja. En el 2018, murieron 121 mujeres, mientras que las víctimas masculinas fueron 28. En lo que va de año se contabilizan ya, oficiosamente, 138 feminicidios, según una asociación que se ocupa del tema. El pasado domingo hubo una treintena de manifestaciones en todo el país para denunciar la situación. La más numerosa, en París, reunió a unas 50.000 personas.
Entre las medidas hechas públicas ayer figura la de que los médicos –u otro personal sanitario– esté exento del secreto profesional y pueda denunciar a la justicia una situación de violencia, física o psíquica, incluso sin el consentimiento de la víctima. En muchos casos el problema es que la mujer no quiere denunciar porque teme represalias o se siente sometida. A nivel jurídico se creará la figura del “suicidio forzado” para tipificar una agravante el delito de acoso que tenga esa funesta consecuencia. La pena podrá llegar a 10 años de cárcel y 150.000 euros de multa. La policía confiscará, como medida preventiva, las armas de fuego en posesión de un cónyuge violento. También se concederá una mayor flexibilidad a los jueces a la hora de proceder a suprimir o limitar la patria potestad sobre los hijos.
A nivel presupuestario, el Gobierno ha previsto gastar 1.000 millones de euros en políticas de igualdad entre hombres y mujeres. De esa cantidad, 361 millones se dedicarán al programa para mitigar la violencia contra las mujeres.
“Desde las primeras violencias psicológicas, cada minuto cuenta”, dijo Philippe, quien prometió un número de teléfono gratuito para las urgencias, operativo sin interrupción, formación obligatoria a los maestros para detectar situaciones de riesgo, más asistentes sociales en las comisarías, más plazas de albergue para mujeres e hijos maltratados y el uso de brazaletes para controlar que los agresores cumplan la orden de alejamiento de las víctimas.
Alemania
Lenta toma de conciencia ante “cifras alarmantes”
MARÍA-PAZ LÓPEZ
Aunque con considerable retraso respecto a países como España, también en Alemania crece la concienciación ante la violencia de género y la voluntad de las autoridades de erradicarla, si bien no es raro que en medios de comunicación alemanes un asesinato machista sea todavía calificado de “drama familiar”. Pero las cifras de la lacra son elocuentes. El año pasado, 122 mujeres murieron en Alemania asesinadas por sus parejas o exparejas –es decir, una media de una muerta cada tres días–, según datos de la Oficina Federal de Investigación Criminal (BKA), presentados ayer por la ministra de Familia, la socialdemócrata Franziska Giffey.
“Son cifras alarmantes, porque además el número de los delitos de este tipo no denunciados o no descubiertos es seguramente mayor”, dijo la ministra. Si se observan los intentos de asesinato, en el 2018 se registraron 324 tentativas de matar a mujeres, prácticamente una al día. Las cifras de la BKA, organismo dependiente del Ministerio del Interior, se refieren a Partnerschaftsgewalt (violencia de pareja) e incluyen a víctimas masculinas; los hombres muertos a manos de parejas o exparejas en el 2018 fueron 26.
Hace sólo cuatro años que Alemania a través de la BKA compila estadísticas oficiales sobre violencia de género (en España se hace desde el 2003). Según los informes germanos, en el 2017 el número de mujeres asesinadas por parejas o exparejas fue de 147; en el año 2016, las muertas fueron 149; y en el 2015, la cifra fue de 131.
Por otra parte, y volviendo a las estadísticas presentadas ayer, el año pasado más de 114.000 mujeres en Alemania sufrieron violencia doméstica, amenazas o coacciones por parte de sus maridos, parejas o exparejas, lo que hace de las mujeres el 81% de las víctimas de este tipo de violencia. La ministra admitió que en la actualidad hay en el país sólo 7.000 plazas en casas de acogida para mujeres en esta situación, cuando serían necesarias 20.000.
Por lo pronto, el Gobierno federal destinará 120 millones de euros hasta el 2023 a costear nuevas plazas, y también a servicios de asesoramiento. Un teléfono de ayuda las 24 horas para mujeres que sufren violencia, similar al que existe en España desde el 2007, funciona en Alemania desde marzo del 2013. En algunos medios de comunicación los crímenes machistas aún se etiquetan como tragedias familiares. Un ejemplo es este titular del diario Bild del 14 de noviembre del 2018: “Tres niños ahora sin padres: la madre apuñalada ante la escuela; el padre, detenido”.