El juez califica sus comentarios de «infamantes» pero lo absuelve porque la tauromaquia no está entre los grupos vulnerables a los que protege el delito de odio
ANA MARÍA ORTIZ. EL MUNDO.- Vicente Belenguer, el profesor valenciano juzgado por un delito de odio por los comentarios denigrantes que se realizaron desde sus redes sociales tras el fallecimiento, en julio de 2016, del torero Víctor Barrio ha sido absuelto por el Juzgado de lo Penal número 1 de Segovia.
Pese a que «el juez considera que la viuda y los padres fueron víctimas de un ‘voraz episodio de odio’ y deja la puerta abierta a que reclamen por otra vía», según explica el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León (TSJCyL) en una nota de prensa, la absolución se sustenta en que «el delito de odio no es aplicable a este caso porque el Código Penal no incluye al mundo de la tauromaquia como colectivo vulnerable».
Así, el delito de odio protege a quienes pudieran sufrir discriminación por «motivos racistas, antisemitas u otros referentes a la ideología, religión o creencias, situación familiar, la pertenencia de sus miembros a una etnia, raza o nación, su origen nacional, su sexo, orientación o identidad sexual, por razones de género, enfermedad o discapacidad», pero no incluye al mundo de la tauromaquia.
«Técnicamente se absuelve no porque se entienda que las víctimas no hayan sufrido un voraz episodio de odio», aclara el juez, que considera que los comentarios vertidos en las redes sociales de Belenguer «no pueden acogerse bajo ninguna razón en el título de la libertad de expresión, sino que son la manifestación de una conducta repulsiva, que busca y consigue incrementar el dolor de unas personas que se hallan completamente hundidas y destrozadas por la reciente perdida de la vida de un ser muy querido».
«Una absolución por el delito concreto invocado por las acusaciones no debe ser entendida, en modo alguno, como una justificación parcial de tan nefanda conducta. No cabe confundir libertad de expresión con libertinaje de expresión, toda libertad democrática es una libertad responsable donde quien la ejerce es a la vez consciente que debe obrar con respeto al contrario con el que se discrepa», insiste el juez en su resolución.
Durante el juicio, en el que la Fiscalía pidió cuatro años de cárcel por un delito de odio y la familia del torero solicitó cinco, Belenguer se declaró inocente, negó ser el autor del mensaje en el que se celebraba la muerte de Víctor Barrio y se le deseaba también a los «que lo engendraron y a toda su parentela».
La resolución, que se ha conocido hoy, considera además que no ha quedado demostrado que Belenguer fuera efectivamente el autor de los comentarios y lamenta que en la fase de instrucción no se practicaran las diligencias necesarias para averiguarlo.
«El hecho de que por este Juzgador no se otorgue a la familia una respuesta penal en el sentido interesado, no significa de modo alguno que no se ha producido un perjuicio gravísimo, y que el Ordenamiento de algún otro modo, no por el precepto legal invocado, debe reparar la situación de regodearse en el dolor ajeno que ha tenido que lamentablemente sufrir la familia de Don Víctor», anima la sentencia a la viuda y los padres del torero a reclamar por otra vía.