Menores marroquíes no acompañados fueron agredidos en la calle y una mujer latina, en un autobús, en Madrid
CECILIA GUZMÁN. EL PLURAL.- Varios menores marroquíes no acompañados (MENAS) fueron agredidos con porras el pasado domingo en un parque cercano al centro Primera Acogida de Hortaleza. El pasado 29 de septiembre, dos adolescentes del centro que estaban en una marquesina de un autobús fueron agredidos por un grupo de jóvenes que portaban dos remos. Una mujer de origen latino fue insultada y empujada por un chico en un autobús con gritos de “vete a tu país”.
Según una denuncia presentada por Más Madrid ante el Defensor del Pueblo y la Fiscalía, este miércoles, entre los agresores había «una persona con aspecto latino y los otros eran españoles». En su escrito, la formación de Íñigo Errejón recuerda la rueda de prensa de la dirigente de VoxRocío Monasterio a las puertas del centro de acogida de Hortaleza, el 21 de octubre, donde pidió su cierre porque “es terrible que en Madrid no se pueda salir a la calle a hacer vida normal por miedo a que te roben los menas».
Movimiento contra la Intolerancia pide un pacto de Estado
Vox ha puesto el acento en su discurso populista en el fenómeno de la inmigración, que genera inquietud en la población. Esteban Ibarra, portavoz de Movimiento contra la Intolerancia, que lleva décadas combatiendo el racismo y la xenofobia, cree, sin embargo, que la inmigración “no es el problema”, sino la falta de “un pacto de Estado contra la xenofobia y una ley específica”.
A preguntas de El Plural, Esteban Ibarra desvincula los planteamientos de Vox con un aumento de la xenofobia. “Es un discurso desacertado, con tintes xenófobos, pero no se debe deducir que las situaciones de violencia son resultado de ese discurso ni que han aumentado las agresiones racistas”, afirma el portavoz de Movimiento contra la Intolerancia.
“Ahora se llama ultraderecha a cualquier cosa y no es real, y se tapa el problema: si se llama a un partido de extrema derecha se oculta a la verdadera ultraderecha. Si se establece una ecuación que vincula ese discurso con la violencia no se ajusta a la verdad. La ultraderecha son los grupos neonazis, xenófobos”, añade Ibarra.
La opinión de Ibarra contrasta con la de otras organizaciones, como Jueces para la Democracia. Su portavoz, Joaquim Bosch, afirmó en declaraciones a Al rojo vivo, de La Sexta, que el discurso de Vox “genera odio entre los españoles” y “propicia una atmósfera” favorable a agresiones como las que hemos descrito.
Ibarra cree que “hay poca política, hay que abordar el tema con seriedad. Hemos pedido un pacto de Estado contra la xenofobia, que reclamo de nuevo, en el que se plantee una política de inmigración, de control del flujo, políticas de integración, una estrategia contra el racismo y la xenofobia y ayudas a los países de origen”.
El reduccionismo de Vox
El discurso de “reduccionismo” de Vox “inquieta y no ayuda a la cohesión social. La inmigración no trae problemas. El problema es que no hay políticas adecuadas. En el debate electoral, no hubo respuesta en materia de prevención de racismo y xenofobia. ¿Qué es más grave, la distorsión de la realidad por parte de Santiago Abascal o el silencio de los demás?”, pregunta Ibarra.
Falta respuesta policial ante la delincuencia
El activista recuerda que su organización lleva 30 años combatiendo la xenofobia y «sabemos quién hace las agresiones. También, quiénes provocan conflictos en las calles». En Lavapiés, donde está la sede de Movimiento contra la Intolerancia “hay cinco mezquitas y no han dado ningún problema”, pero se mira para otro lado ante grupos de delincuentes que generan conflicto. No son todos los magrebíes, es un grupo, pero los vecinos suelen generalizar y meter a todos en el mismo saco.
“Hay que abordar el tema desde la seguridad ciudadana y a los que no son delincuentes hay que facilitarles la integración. Hay que separar la inmigración de la delincuencia. Vox lo vincula y crea un clima de intolerancia”, afirma. “Ellos hacen populismo… dicen: ‘lo vamos a solucionar’. No es tan fácil. Hay que tener una política integradora. Sólo señala una parte del problema: la delincuencia, que no se puede negar”.