Vox sale de la repetición electoral con un 15,1% de las papeletas y 52 asientos en el hemiciclo. El partido liderado por Santiago Abascal se convierte en la fuerza más votada en Murcia, uno de los feudos históricos del PP
ÁLVARO SÁNCHEZ CASTRILLO. INFOLIBRE.- La extrema derecha aprovecha la repetición electoral para ampliar su representación en el Congreso de los Diputados. Vox ha conseguido este domingo en las urnas el respaldo del 15,09% de los electores, lo que le permite sentar en la Cámara Baja a más de medio centenar de parlamentarios y convertirse en la tercera fuerza política del país por delante de Unidas Podemos. La formación liderada por Santiago Abascal mejora en casi cinco puntos y 28 escaños el resultado conseguido en las generales del pasado mes de abril y da el sorpasso a Ciudadanos en la pugna dentro del bloque de derechas. Sin embargo, a pesar de la subida, el partido se queda a más de una treintena de diputados del PP. El trío de Colón, lastrado por los naranjas, mejora mínimamente su suma respecto al 28A. PP, Vox, Ciudadanos y la coalición Navarra Suma acumulan 152 parlamentarios, frente a los 149 que cosecharon en los pasados comicios y los 158 con los que se han hecho las formaciones progresistas –PSOE, Unidas Podemos y Más País– en esta jornada electoral.
Tras las elecciones del pasado 28A, el partido de extrema derecha llegaba a estos nuevos comicios confiando en la «marea verde de la libertad frente al chapapote político de los de siempre». Los de Abascal han centrado su campaña en cuestiones como la sentencia del procés, el aumento de la tensión en Cataluña y la exhumación del dictador Francisco Franco del Valle de los Caídos. El partido de extrema derecha se mueve bien en la polarización. Lo demostró en el debate de candidatos que se celebró en TVE, donde Abascal soltó sin apenas réplica el discurso clásico de la extrema derecha. El de los españoles primero, la «ideología de género», la supuesta «violencia» de los menores extranjeros no acompañados, el «fracasado» Estado de las Autonomías o la ilegalización de las formaciones nacionalistas o independentistas. En definitiva, propuestas anticonstitucionales y antidemocráticas.
El sondeo publicado tras el cierre de los colegios electorales otorgaba a la extrema derecha más de medio centenar de asientos en el Congreso. Una tendencia al alza que también venían pronosticando el resto de las últimas encuestas publicadas antes del veto de la última semana. Sin embargo, los expertos en comportamiento electoral ponían en cuarentena esas cifras ante la dificultad de captar fielmente la evolución de una fuerza política tan joven. Finalmente, Vox ha conseguido rascar en los centros de votación el 15,09% de las papeletas, un respaldo que le permitirá sentar en esta nueva legislatura a 52 diputados en la Cámara Baja. Los de Abascal mejoran notablemente sus resultados respecto a la anterior cita con las urnas, en la que entraron por primera vez en el hemiciclo con el apoyo del 10,26% de los electores y 24 escaños.
Con estas cifras, el partido dirigido por Santiago Abascal se coloca como tercera fuerza en el hemiciclo con 3,6 millones de apoyos –un millón más que hace seis meses–, superando a Unidas Podemos y dando el sorpasso a un Ciudadanos que se desploma en las urnas. Los morados y sus confluencias pasan de 42 escaños en el hemiciclo a 35, siete menos con respecto al 28A. El partido naranja, por su parte, retrocede de 57 parlamentarios a solo 10.
Los ultras, además, se quedan a más de una treintena de escaños del PP. La formación liderada por Pablo Casado, que junto con el partido liderado por Albert Rivera convirtieron a Vox en un interlocutor válido tras las elecciones autonómicas y municipales de mayo, no han ocultado en los últimos días su nerviosismo por el ascenso de la extrema derecha en los sondeos. Tanto es así que llegaron a deslizar la idea de que existía un «pacto» entre el PSOE y el partido de Abascal para que los conservadores no subieran en los sondeos. Y explotaron al máximo, a fin de frenar una posible fuga de votos hacia Vox, el mensaje de que el único voto útil posible en las urnas en el espectro de la derecha era al Partido Popular. Un PP que ha aumentado su fuerza pasando de los 66 diputados el 28A a los 88 –el 20,82% de los votos– en la cita con las urnas de este domingo.
Primera fuerza en Murcia
Vox consigue pescar escaños en trece de las diecisiete comunidades autónomas. Como en las generales de hace seis meses, la extrema derecha sigue sin poder colocar sus diputados en Navarra, Galicia, La Rioja y País Vasco. Sí que consigue entrar por Canarias con 2 diputados y por Cantabria con 1 escaño. Se mantiene igual en Aragón y Asturias –1 asiento por cada una–. Y crece en el resto de autonomías. En Extremadura, Baleares y Cataluña pasa de 1 diputado a 2. En Castilla-La Mancha ha subido de 2 a 5, mientras que en Castilla y León ha pasado de 1 a 6. Por la Comunitat Valenciana y la Comunidad de Madrid ha logrado colocar a siete representantes en el hemiciclo –el 28A salió con 3 y 5, respectivamente–. Y por Andalucía sentará en la Cámara Baja a una docena de diputados, el doble que en las generales de abril.
Los otros cuatro asientos restantes se han conseguido en Murcia y Ceuta, donde la formación de extrema derecha ha sido la más respaldada en las urnas. Los ultras se han hecho en suelo murciano, uno de los feudos históricos del PP, con el 27,99% de las papeletas y 3 diputados, frente al 26,51% de los conservadores y el 24,76% de los socialistas. En la ciudad autónoma, los de Abascal han arrebatado al PSOE el único escaño en liza al obtener el 35,29% de las papeletas, frente al 31,29% de apoyos que han conseguido los socialistas.
El partido ultra también se ha asentado con fuerzas en las principales ciudades españolas. Así, en cuatro de los cinco municipios más poblados se ha situado como tercera fuerza política. En Madrid ha conseguido el 16,03% de los sufragios, mientras que en Sevilla, Valencia y Zaragoza han obtenido el respaldo del 17,47%, 16,76% y 17,33%, respectivamente. La única excepción es Barcelona, donde la formación liderada por Santiago Abascal se ha quedado en octava posición con solo el 5,32% de las papeletas.
Contra «todas las leyes liberticidas»
Abascal ha celebrado a última hora de la noche los resultados conseguidos en las urnas, «la gesta política más fulgurante y rápida de la democracia española». El presidente del partido de extrema derecha ha recordado a sus seguidores que con Vox se consolida «una alternativa patriótica y social» en España y ha garantizado a los votantes que no les defraudarán ni darán «un paso atrás». En este sentido, ha apuntado que su partido no dudará en llevar al Tribunal Constitucional «todas las leyes liberticidas y anticonstitucionales» que el resto de partidos «dejan pasar». Y, tras esto, ha insistido en las principales ideas de campaña de su partido, desde la lucha contra la inmigración ilegal hasta la «restauración del orden constitucional en Cataluña».
«Hemos contribuido al perfeccionamiento de la democracia española. Hoy el Congreso no solo es más plural sino que presenta de forma más real y fidedigna lo que piensa el pueblo español», ha señalado la cara visible de la extrema derecha española, que ha aseverado que Vox ha conseguido «alterar el mapa político» y «abrir debates prohibidos». Además, ha aprovechado su intervención para «tender la mano a millones de españoles que han votado a la izquierda» y para disparar contra los medios de comunicación y los periodistas: «Ahora tendréis que criminalizar a tres millones de españoles».