Una mujer latinoamericana recibió un golpe en la espalda y patadas por no ceder el asiento a un joven el pasado 31 de octubre
EL MUNDO.- «Vete a tu puto país». Después, un golpe en la espalda, patadas y gritos de «fuera, fuera». Es la agresión física y verbal con tintes racistas que recibió el pasado 31 de octubre una mujer latinoamericana en un autobús urbano de Madrid (EMT), según ha denunciado la plataforma Es Racismo, que ha publicado en las redes sociales los vídeos que grabó una testigo.
Ante este suceso el Ayuntamiento de la capital ha abierto un expediente informativo «para verificar los hechos producidos», según explican fuentes del Área de Medio Ambiente y Movilidad. Además el Consistorio aclara que «condena cualquier tipo de agresión que se produzca en la ciudad» por eso ha tomado la medida de abrir este expediente para esclarecer «esta incidencia captada por un vídeo anónimo».
Por ahora, «la EMT no tiene constancia» del suceso, según apuntan desde el equipo de Borja Carabante, pero que se informará al respecto sobre «las novedades de sobre este hecho violento».
Los hechos ocurrieron a las 12.28 horas del 31 de octubre en la línea 77, que une Ciudad Lineal con San Blas-Canillejas, después de que un joven que acaba de subirse al autobús intentase que la mujer le cediera su asiento para estar más cerca de los dos amigos que le acompañaban. Ante el rechazo de ella, el joven, como puede apreciarse en las imágenes, le insulta y llega a decirle que no le pega «porque es mujer», aunque poco después acaba haciéndolo ante la pasividad de los demás viajeros.
El marido de la agredida intentó calmar al joven antes de que ocurriera la agresión, pero éste continuó con insultos y burlas a la mujer mientras daba golpes al autobús, según Es Racismo. La plataforma añade, citando a la testigo, que «los acompañantes del agresor participaron con insultos desde el principio» y que, cuando comenzó la agresión, estos se levantaron para tranquilizar a su amigo y apoyarle con gritos de «fuera fuera» a la mujer y a su esposo, que recibieron golpes mientras bajaban del autobús.