La investigación constata el descontento de una parte de los radicales con los políticos independentistas catalanes
ÁNGELA MARTIALAY / ESTEBAN URREIZTIETA.EL MUNDO.- La Guardia Civil advierte en uno de sus informes elevados a la Audiencia Nacional de la peligrosidad de «elementos incontrolados». En un informe detallado sobre las actividades históricas de los autodenominados Comités de Defensa de la República (CDR), los especialistas del Instituto Armado concluyen: «Producto del descontento no se descarta que elementos descontrolados y fuera de la supervisión o dirección de organizaciones pudieran realizar acciones violentas, de sabotaje o desestabilizadoras de mayor intensidad o peligrosidad que las llevadas a cabo hasta ahora, como quedaría puesto de manifiesto en las diligencias a las que acompaña el presente informe».
En su informe, los agentes elaboran una cronología de la creación y actuaciones de los CDR. Aseguran que los comités actuales son los herederos de los «Comités de Defensa del Referéndum». Según la Guardia Civil, los CDR «tienen como principal objetivo mantener la agitación y la movilización de parte de la población en Cataluña, con la finalidad de impedir el libre ejercicio de los derechos de acuerdo con la legislación vigente, así como imponer una legalidad al margen de la Constitución».PUBLICIDAD
En este informe, incorporado al sumario que instruye la Audiencia Nacional en el marco de la operación Judas, los especialistas recuerdan que estos comités nacieron para impedir la ejecución de las decisiones judiciales y de la actuación de las Fuerzas de Seguridad.
Llegaron a enfrentarse «físicamente a éstas para impedir sus funciones». «Han mantenido su actividad desde entonces, llevando a cabo actos a nivel interno, como asambleas, movilizaciones principalmente en favor de los políticos presos, y acciones en fechas señaladas, como el 1 de octubre o el 8 de noviembre, consistentes en no pocas ocasiones en cortes de carreteras».
La Guardia Civil constata que la composición o «militancia» dentro de los diferentes CDR no es homogénea. Están integrados «por un amplio espectro de sensibilidades y corrientes dentro del separatismo catalán». Eso sí, ya alertan que tanto la concepción teórica como el control de dichos CDR «proviene principalmente de los movimientos que integran la CUP«.
Este informe apunta que se desconoce con certeza el número total de CDR activos actualmente, así como el número global de miembros. No obstante, sí aventura: «Seguramente superará los varios miles». La actividad de los CDR disminuyó para tomar más fuerza tras la sentencia del procés.
Según estos analistas, «existiría al parecer cierto descontento y desánimo entre sus integrantes, a la vista de que los resultados de las movilizaciones que llevan a cabo no serían los esperados y a que se sentirían defraudados por los dirigentes políticos independentistas, a los que acusarían de no estar haciendo nada para la consecución de la independencia», añade el informe incluido en el sumario. La Guardia Civil emitió también un completo informe sobre el material intervenido a los detenidos y si servía para la fabricación de explosivos.
En el informe se han expuesto «los procedimientos de obtención, así como las sustancias necesarias para ello, de diferentes sustancias explosivas susceptibles de fabricación por parte de los investigados, en base a la disposición que tienen los mismos de sus precursores».
Del análisis realizado del material y de las cantidades intervenidas a los integrantes del CDR «se interpreta que estarían intentando producir diferentes sustancias, cuyos procedimientos podrían haberlos obtenido mediante fuentes abiertas o manuales con relativa facilidad».
«En base a la integración de los distintos procedimientos con los datos obrantes en la investigación, se desprenden diferentes grados de probabilidad de las sustancias explosivas que pudieran estar sintetizando los investigados».
Uno de los productos que con mayor probabilidad estarían intentando elaborar es la termita. En primer lugar, por la sencillez del proceso y, en segundo, «por que disponen de la totalidad de los precursores necesarios». La termita puede ser de gran utilidad para llevar a cabo sabotajes, ya que es una sustancia capaz de fundir metales con facilidad.
Asimismo, es muy posible que el entramado investigado estuviera tratando de producir «nitrocelulosa y ácido pícrico». Las intenciones de los detenidos quedaron reflejadas en notas manuscritas «recuperadas de la basura de uno de los investigados, junto con la cloratita y la tetralita», apunta el informe.
En lo que respecta a la nitrocelulosa y al ácido pícrico, otro factor importante que apoyaría la hipótesis de su síntesis es que los investigados disponen de todos los precursores necesarios, unido a la relativa facilidad de ambos procesos. Con ácido pícrico se puede obtener mediante un proceso muy sencillo picrato de amonio, que es un explosivo más estable. Por eso es relevante para la Guardia Civil que uno de los detenidos hubiera adquirido 25 litros de amoniaco.
En lo relativo a la cloratita, los expertos concluyen que también existe un alto porcentaje de posibilidades de que intentaran fabricarla. «Se puede obtener mediante un método muy sencillo a partir del clorato de potasio». A pesar de que, según los datos obrantes en la investigación, por el momento, no dispondrían de todos los precursores para obtener este clorato, «se trata de sustancias muy accesibles en el mercado lícito, como la lejía y el cloruro potásico».
Es menos probable para los investigadores que los investigados tuvieran intención de fabricar tetralita, «cuya síntesis por el momento no se considera tan factible, ya que no consta que los investigados dispongan de una de todas las sustancias precursoras».
Lo mismo opinan sobre el TATP -peróxido de acetona-. Los investigados contaban con prácticamente todas las sustancias precursoras -salvo la acetona y el peróxido de hidrógeno-. Además, este explosivo es altamente inestable y en el presente informe se han tratado alternativas menos peligrosas.