La Organización Nacional Indígena señaló que en lo que va de la administración de Iván Duque, 125 miembros de los pueblos nativos fueron asesinados
EL PERIÓDICO.- La masacre de cinco miembros de la comunidad nasa en el departamento colombiano del Cauca (suroeste), provocó indignación en todo el país y los indígenas denunciaron ser víctimas de un «genocidio» ante la mirada impávida del Estado.
La Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC) asegura que desde que comenzó el Gobierno del presidente Iván Duque, el 7 de agosto del año pasado, al menos 125 miembros de pueblos nativos fueron asesinados, principalmente en el Cauca, uno de los departamentos más convulsos del país.
Por eso, el consejero mayor de la ONIC, Luis Fernando Arias, pidió una visita extraordinaria a esa región de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y de la relatora especial sobre pueblos indígenas de la ONU, Victoria Tauli-Corpuz. La tarde del martes, presuntos disidentes de las FARC dispararon contra la comunidad del caserío de La Luz, que forma parte de Tacueyó, en el departamento del Cauca.
En el ataque murieron la autoridad neehwe’sx Cristina Bautista, así como los guardias indígenas Asdruval Cayapu, Eliodoro Inscué, José Gerardo Soto y James Wilfredo Soto, oriundos de varias aldeas de la zona, mientras que seis personas más resultaron heridas.
Masacres premeditadas
«No hay palabras para poderlo llamar, para nosotros es mucho más que una masacre por cómo se presentó y por la forma en la que se dieron las cosas», relató a Efe en Tacueyó José Miller Correa, coordinador general de la Asociación de Cabildos Proyecto Nasa.
La consejera de Derechos Humanos de la ONIC, Aída Quilcué, señaló que la masacre, «como las otras, fue premeditada», y recordó que a principios de año realizaron una «minga», como los indígenas llaman a su protesta, «justamente para evitar este tipo de situaciones«.
Entre tanto, el coordinador nacional de la Guardia Indígena, Luis Alfredo Acosta, explicó a Efe en Tacueyó, que es lamentable lo que tienen que sufrir «por simplemente defender la vida». Indicó que la Guardia Indígena, una organización autónoma encargada de preservar el orden en sus territorios, está presente en Tacueyó con 500 miembros que son constantemente hostigados por grupos armados ilegales.
Los políticos reaccionan
El senador Alexander López, del partido Polo Democrático Alternativo (PDA), anunció que promoverán en el Congreso mociones de censura contra los ministros de Defensa, Guillermo Botero, y del Interior, Nancy Patricia Gutiérrez, por «incompetentes y por ser cómplices, sujetos pasivos, a la hora de garantizarle la vida» a los indígenas.
«Lo vivido ayer en el departamento del Cauca lo habíamos advertido el pasado 14 de agosto. La Comisión de Paz (del Senado) visitó el municipio de Caloto y advirtió a las autoridades (…) la gravedad que se estaba presentando en materia de orden público«, afirmó.
En junio pasado, el ministro Botero superó una moción de censura en el Congreso, donde se cuestionó la política de seguridad del Gobierno, especialmente por el peligro de que reviva las ejecuciones extrajudiciales de civiles conocidas como «falsos positivos».
El presidente Iván Duque viajó el miércoles pasado al Cauca donde anunció que enviará en las próximas semanas 2.500 soldados para cumplir tres propósitos: «control territorial, cerrar las rutas del narcotráfico empleadas por organizaciones (criminales) y desmantelar esas organizaciones».
Duque explicó que en un máximo 40 días la Fuerza de Despliegue Rápido (Fudra) número 4 deberá iniciar operaciones en ese departamento, donde actúan la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN), disidencias de las FARC y grupos narcotraficantes que en los últimos han llevado a la zona a carteles mexicanos, según algunas autoridades.
Conflictos con el narcotráfico
La Guardia Indígena se opone a la utilización de su territorio para el narcotráfico, con lo que se han convertido en el principal objetivo de los grupos dedicados al tráfico de drogas, especialmente de las disidencias a las que se acusa de perpetrar la masacre.
Algunos sectores han asociado los asesinatos de indígenas con el genocidio del partido Unión Patriótica (UP), que se cobró la vida de más de 4.000 militantes, incluidos los candidatos presidenciales Jaime Pardo Leal (1987) y Bernardo Jaramillo Ossa (1990).
La senadora Aída Avella, que lidera la UP, manifestó que lo que ocurre con los indígenas es «igual al genocidio de la Unión Patriótica», razón por la cual ese movimiento propuso una reunión entre sus abogados y los de la ONIC para «poner otra demanda (al Estado) por genocidio político contra los indígenas».
Congresistas de oposición convocaron un acto por los indígenas en la céntrica Plaza de Bolívar de Bogotá con el objetivo de rendir un homenaje a los asesinados. «Los queremos convocar hoy a todos y a todas a una ‘velatón’ para conmemorar la muerte, el asesinato de los indígenas en el Cauca», dijo a periodistas el senador Gustavo Bolívar, quien agregó que durante las manifestaciones estudiantiles de mañana también se recordará a los guardias asesinados.