Este fin de semana Turingia celebra elecciones y varios políticos han recibido amenazas de muerte procedentes de grupos de ultraderecha
EL CONFIDENCIAL.– El estado federado alemán de Turingia se enfrenta el próximo domingo a sus séptimas elecciones al Parlamento Regional desde la fundación de éste como un estado libre tras la caída del muro. Y a solo unos días de los comicios, varios políticos han hecho públicas una serie de amenazas de muerte que podrían proceder de grupos neonazis. El último en informar de esta situación ha sido Dirk Adams, líder de Los Verdes en el estado, que ha explicado al periódico local ‘MDR Thüringen‘ que el lunes recibió un correo electrónico desde un remitente llamado ‘Cyber-Riechswehr’ (que podría ser traducido como ‘ciberresistencia del Reich‘) en el que se menciona un ataque con arma blanca o un coche bomba si éste no renuncia a su partido. El mensaje ya ha sido denunciado a la Policía.
El primero en denunciar fue el líder parlamentario de la CDU de Angela Merkel en la región, Mike Mohring, quien habría recibido la amenaza el pasado fin de semana, un mensaje que concluía con las palabras: «Sieg Heil» y «Heil Hitler», dos saludos nazis. Según recoge ‘Deutsche Welle’, el mensaje dirigido a Mohring iba firmado por los «músicos de la Orquesta del Golpe de Estado», autodefinidos como un «grupo de gente de extrema derecha conectada en todo el mundo». En esta comunicación, amenazaban al político con un ataque con cuchillo como el que sufrió en octubre de 2015 la entonces candidata a la alcaldía de Colonia, Henriette Reker, un día antes de los comicios que luego la convirtieron en alcaldesa. Reker fue atacada por un hombre alemán que, tras ser detenido, aseguró que había actuado por xenofobia, en respuesta a su trabajo como responsable local de la acogida de refugiados.
«Esto es un aviso y no habrá un segundo», rezaba el mail dirigido al político de la CDU. «Esto va para todos los pusilánimes ecologistas y de izquierdas que hay por ahí; os esclavizaremos primero para después exterminaros«, continúa. La Policía ha ordenado protección para los afectados por las amenazas: tanto Adams como Mohring se presentan como cabezas de lista de sus partidos en los comicios del domingo. El sociólogo e investigador Matthias Quent, director del Institut für Demokratie und Zivilgesellschaft y autor de numerosos estudios sobre la extrema derecha alemana, también ha recibido este tipo de amenazas. En su perfil de Twitter, Quent envió un mensaje en el que aseguraba que «no hay lugar para el odio, ni la violencia, ni los extremistas ni los nazis«, al que el propio Mohring respondió con la imagen de uno de los mensajes amenazantes recibido.
A este comentario del político, el investigador señaló: «Por cierto, varios periodistas y yo hemos estado recibiendo correos similares del mismo remitente durante los últimos meses. Y la investigación de la Policía no lleva a nada», lamentaba. Las amenazas llegan en un momento en el que Alemania ha visto cómo crecía la violencia procedente de grupos ultras de derecha: este mismo mes, dos personas perdían la vida en un atentado terrorista perpetrado en Halle, Sajonia, calificado por el Ministerio de Interior como un atentado antisemita probablemente perpetrado por un simpatizante del movimiento de ultraderecha. Identificado por los medios germanos como un joven alemán de 27 años, el atacante grabó una especie de «manifiesto» previo al ataque en el que menciona la inmigración en Alemania, culpa a los judíos de todos los problemas del país y sostiene que cree que «el Holocausto nunca sucedió«.
El pasado mes de junio, por su parte, fue asesinado de un disparo en la cabeza el político cristiano-demócrata Walter Lübcke. La investigación no tardó en vincular la muerte del político con una motivación política y el autor confeso del ataque, Stephan E., tenía a sus espaldas una serie de actividades delictivas de carácter xenófobo: ya había llamado la atención de las autoridades por su relación con la extrema derecha alemana.
La ultraderecha, bajo el foco
La rama del partido ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) en Turingia comenzó a estar bajo el ojo de las autoridades hace algo más de un año, por su presunta relación con determinades actividades. En septiembre de 2018, los servicios de Turingia dependientes de la Oficina Federal para la Protección de la Constitución (BfV), que monitoriza actividades extremistas, anunció su revisión de todo en lo que se embarcara el partido como un «caso de prueba» para investigar en busca de actividades inconstitucionales de la ultraderecha alemana. La razón: determinados comentarios del líder de AfD en Turingia, Björn Höcke, quien llegó a definir el memorial del Holocausto de Berlín como un «memorial de la vergüenza».
La presencia de Höcke y de otros miembros del partido en Turingia en algunas de las manifestaciones convocadas por la ultraderecha en Chemnitz, ubicada en el triángulo de la xenofobia del país: es donde se han concentrado desde 2015 los principales brotes de racismo violento y los más sonoros de toda Alemania, y donde AfD obtuvo sus mejores resultados. En las últimas elecciones de Turingia, en 2014, el partido de ultraderecha obtuvo el 10,6% de los votos y once de los 91 escaños del Parlamento regional. Höcke es, además, la figura más relevante de la fracción etnonacionalista, la más radical del partido, y entre sus muchas salidas de tono destaca la reiterada relativización de los crímenes nazis y el revisionismo histórico.