La extrema derecha austriaca apunta a la igualdad LGTB para intentar ganar votos en plena campaña electoral para los comicios anticipados del próximo 29 de septiembre. El FPÖ ha presentado una solicitud ante el Parlamento para pedir la derogación del matrimonio igualitario, en vigor desde enero de este año tras una sentencia del Tribunal Constitucional. Aunque la iniciativa, por falta de tiempo y apoyos, no tiene posibilidades de prosperar, la formación ultraderechista intenta despertar un debate ya superado con argumentos de la homofobia más burda.
DOS MANZANAS.- El 1 de enero de 2019 expiraba el plazo dado por el Tribunal Constitucional austriaco en el fallo que consideraba que la exclusión de las parejas del mismo sexo en el acceso al matrimonio es discriminatoria. La inacción del Gobierno de coalición entre la derecha conservadora (ÖVP) y la extrema derecha (FPÖ) obligó a la comunidad LGTB del país a esperar más de un año para que la medida entrara en vigor. Ese mismo día, Nicole Kopaunik y Daniela Paier se convertían en la primera pareja del mismo sexo en contraer matrimonio sin necesidad de que mediara una sentencia. Tres meses antes se había casado otra pareja de mujeres tras demandar al Estado austriaco ante los tribunales, caso que culminó en la histórica decisión del Constitucional de diciembre de 2017.
En línea con su ideario, el FPÖ ha hecho lo posible por torpedear la aplicación del fallo. Primero maniobró para impedir que se aprobara un proyecto del ley que habría adelantado su entrada en vigor. Una vez que fue inevitable, utilizó sus competencias en el ministerio del Interior para emitir unas recomendaciones en las que instaba a los registros civiles a rechazar las solicitudes de matrimonio de las parejas del mismo sexo en las que uno de sus miembros fuera nacional de un país que no reconoce el matrimonio igualitario. El Parlamento austriaco tumbó estas directrices por discriminatorias el pasado mes de junio.
Tras la caída del Gobierno ÖVP-FPÖ por el caso Ibiza, se convocaron elecciones anticipadas para el próximo 29 de septiembre. Con las encuestas pronosticando una transferencia de apoyos desde la extrema derecha hacia la derecha conservadora del excanciller y candidato Sebastian Kurz, el FPÖ ha decidido tirar de homofobia para rascar votos. En una propuesta de resolución presentada el pasado jueves, varios diputados del partido ultraderechista, entre ellos su líder Norbert Hofer (en la imagen superior), piden la derogación del matrimonio igualitario con una argumentación cuanto menos cuestionable.
Según los firmantes, el mandato del Tribunal Constitucional de eliminar la expresión «de distinto sexo» en la definición legal del matrimonio no tiene por qué implicar que esta institución quede automáticamente abierta a las parejas del mismo sexo. La formación de extrema derecha apela a la «la disposición a tener hijos» como supuesto requisito fundamental para disfrutar del derecho a contraer matrimonio. Una condición que justificaría la exclusión de las parejas de hombres o de mujeres porque estas «no pueden procrear de ninguna manera». Nada dice sobre si, como se desprendería de su argumento, las parejas de distinto sexo infértiles, de edad avanzada o que simplemente no quieran tener hijos deberían también quedar excluidas.
La iniciativa despierta preocupación por la burda homofobia que destila, más que por sus nulas posibilidades de prosperar a una semana de las elecciones y sin apoyo de ningún otro partido. Los socialdemócratas del SPÖ han ridiculizado al FPÖ por lo que han calificado de «chiste de campaña», aunque el portavoz de Igualdad Mario Lindner avisa: «Nuestra sociedad es diversa y hay las más variadas formas de familia: monoparentales, de padre, madre e hijos, homoparentales y reconstituidas. Y todas merecen nuestro apoyo y nuestro respeto».
Austria: avances impulsados por los tribunales
La disolución del Gobierno de coalición entre la derecha y la extrema derecha abrió la puerta a algunos avances en el reconocimiento de los derechos LGTB, en un país en el que los más importantes se han alcanzado a partir de sentencias judiciales. El Tribunal Constitucional falló en 2014 a favor de permitir a las parejas de mujeres acceder a los tratamientos de reproducción asistida y en enero de 2015, de la adopción conjunta homoparental. Anteriormente, la ley de uniones civiles aprobada en 2009 ya había sido modificada a instancias del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) para regular la adopción de los hijos biológicos del compañero del mismo sexo. En septiembre de 2016 se lograba la apertura de los registros civiles (Standesamt) a las parejas del mismo sexo que quieran formalizar su unión, como ya se hace en el caso de las bodas heterosexuales. El anuncio que realizaba el Tribunal Constitucional en octubre de 2017 se materializó en la histórica sentencia de dos meses después: la exclusión de las parejas del mismo sexo del acceso al matrimonio es inconstitucional. La próxima cita con las urnas, el 29 de septiembre, decidirá si los próximos años están marcados por los avances, el estancamiento o los retrocesos.