Un estudio de APDH en Córdoba revela que hay actitudes discriminatorias que todavía prevalecen
IRENE CONTRERAS. ABC.- Tres de cada cuatro jóvenes cordobeses no encuentran justificación en la discriminación a personas que pertenecen a minorías étnicas, pero el 40 por ciento reconoce haberse cambiado de acera para evitar cruzarse con ellas y más de la mitad admite tener prejuicios. Son algunas de las conclusiones que se extraen de un estudio realizado por la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDH-A) que revela que, si bien la censura del racismo es muy mayoritaria en el discurso de los jóvenes, en la práctica aún mantienen actitudes y creencias arraigadas que reflejan y reproducen la desigualdad por cuestiones de raza o etnia.
El estudio en cuestión se basó en encuestas realizadas a 393 jóvenes de entre 18 y 30 años en los diferentes distritos de Córdoba (Norte Sierra, Noroeste, Poniente Sur y Norte, Centro, Levante, Sureste y Sur) entre los meses de abril y mayo. La mayoría de los encuestados (54 por ciento) eran universitarios, el 80 por ciento conocía el concepto «minoría étnica» y era capaz de identificarlas en la ciudad. Prácticamente todos sabían lo que es una discriminación.
Según los resultados de las encuestas, el 74,3 por ciento de los jóvenes encuestados piensa que las discriminaciones que sufren las minorías étnicas no están justificadas. Casi un 15 por ciento considera que lo están «algunas veces» y menos de un 1 por ciento aprueba estas actitudes. Los resultados son similares cuando APDH pregunta por casos concretos. Expresiones como «los inmigrantes vienen a robar», «hay demasiados refugiados» o «los gitanos nos roban» son censuradas por la grandísima mayoría de los encuestados, que admiten haber escuchado frases de este tipo en la calle, en las redes sociales e incluso en sus grupos de amigos.
Sin embargo, pese a la firmeza con la que los jóvenes rechazan estos argumentos, la cosa cambia cuando se pregunta directamente por su experiencia personal. Más del 30 por ciento admite haber estado de acuerdo en alguna ocasión con esas frases y el 40,7 por ciento afirma que ha cambiado su bolso o mochila de sitio al pasar cerca de una persona que pertenece a una minoría étnica. El 45 por ciento reconoce haberse sentido inseguro al cruzarse a una de estas personas y se ha cruzado de acera para evitarlo. Al menos, la mayoría de los jóvenes son sinceros: más del 53 por ciento piensa que tiene «algunos prejuicios» en cuanto a las minorías étnicas y el 30,7 por ciento ha actuado alguna vez de manera diferente con ellas.