El partido de Abascal pide expresamente que «se reviertan» los últimos cambios de nombres de calles en muchas ciudades
ÁLVARO CARVAJAL. EL MUNDO.- Vox ha registrado en el Congreso de los Diputados una iniciativa para la derogación de la Ley de Memoria Histórica bajo el argumento de que se trata de un «atentado contra la libertad política, de pensamiento y de cátedra», así como un instrumento para «dividir» a los españoles. Al hilo de la proposición de ley, el partido liderado por Santiago Abascal ha rechazado expresamente condenar el franquismo.
Con la legislatura aparentemente en el tiempo de descuento por culpa del bloqueo político para formar gobierno, Vox apura los plazos para presentar en el Congreso algunas de sus iniciativas más mediáticas de cara a una posible campaña electoral. Si la semana pasada fue el blindaje de las fronteras de Ceuta y Melilla, incluida la construcción de sendos muros con Marruecos, este lunes ha sido turno de la Ley de Memoria Histórica, otro de sus grandes caballos de batalla ideológicos.
Vox ha tachado esta ley de «liberticida» y ha recriminado que su objetivo sea «imponer» y sancionar «a quienes nos suscriban la visión nacional del PSOE», dividiendo a los ciudadanos entre «buenos y malos». «Esta ley promueve la división y el odio entre los españoles», ha subrayado Iván Espinosa de los Monteros en rueda de prensa en el Congreso, junto a los diputados Joaquín Robles y José María Figaredo.
Por ello, el portavoz parlamentario de Vox ha señalado que ante las «muchas injusticias» cometidas con el cambio de nombres de calles y la retirada de monumento de toda España a cuenta de la Ley de Memoria Histórica, desde su formación pedirán expresamente que «se reviertan» los últimos cambios de nombres del callejero en muchas ciudades.
Vox ha rechazado condenar el franquismo. «Vox no condena el bienio progresista, ni el turno pacífico de los partidos de Sagasta y Cánovas del Castillo, ni la revolución de 1934, ni la del 31, ni la Guerra Civil ni el franquismo», ha dicho Espinosa de los Monteros. «Esto es materia para los historiadores y nosotros somos firmes partidarios de la libertad y de que cada uno pueda opinar lo que quiera», ha continuado.
A su lado, el diputado de Vox Joaquín Robles ha apostillado que condenar un periodo histórico es «inadmisible» desde el punto de vista «lógico». Y más, ha dicho, porque la democracia es «resultado de un proceso de transición del propio régimen», con elementos de continuidad como el Código Penal. «No tiene sentido [condenar] porque somo herederos. Depende de la opinión personal de cada cual, pero no se puede coger 40 años de historia de España y meterlos en un cubo de basura», ha ahondado.
Para el diputado de Vox la Historia tiene que ser para los especialistas y ha denunciado que exista una ley como la de Memoria que pretenda «imponer» una determinada «visión unilateral».
Vox no ha puesto en cuestión las exhumaciones de víctimas de la Guerra Civil y el franquismo que se están llevando a cabo al hilo de la ley de Memoria, pero sí ha subrayado que no se necesita una legislación como la actual para llevarlas a cabo. Sí ha cuestionado el «conjunto de intereses» de las asociaciones de Memoria y las subvenciones.
Además de la proposición de ley para derogar la normativa de Memoria Histórica, Vox ha acompañado el registro con una serie de preguntas al Gobierno para examinar los efectos de la ley en tres campos: los reconocimientos públicos y medallas otorgadas por oponerse al franquismo, las ayudas económicas dadas a las asociaciones de Memoria y los cambios de calles y simbología franquistas por todo el país. Vox pregunta al Ejecutivo en los tres bloques cuál es el coste que han tenido para las arcas públicas y cuántos casos hay, así como su desglose.
VOX RECHAZA SUMARSE A UNA ABSTENCIÓN CONJUNTA
Vox se desmarca de la iniciativa de Ciudadanos de facilitar la investidura de Pedro Sánchez con una abstención junto al PP si el líder socialista acepta tres condiciones, aunque la celebra. Iván Espinosa de los Monteros ha dicho que es «muy buena idea» porque PSOE, PP y Cs forman la «coalición del tricentrito». Que hace que sean tres partidos difíciles de «distinguir» y con ideas «muy parecidas». Frente a ellos, está Vox, con otra línea político. Por eso no participaría de la abstención conjunta. «No formaremos parte por dos motivos: porque Sánchez no nos ha llamado y porque somos otra cosa, no formamos parte del consenso progre ni socialdemócrata», ha subrayado.