La Policía Nacional identificó a los radicales participantes en la quedada y dio traslado de las diligencias a la autoridad judicial
ABC.- La rivalidad mal entendida entre los hinchas del Sevilla Fútbol Club y el Real Betis Balompié vuelve a dejar un nuevo episodio violento entre los grupos ultras de aficionados de ambas entidades. El escenario fue un descampado en el entorno del Parque Alcosa y los protagonistas, 28 jóvenes de las facciones más radicales que ocupan las gradas de animación en ambos estadios.
La pelea tuvo lugar la semana pasada, en concreto, en la madrugada del jueves 5 al viernes 6. Sobre las 2.00 horas, la Policía Nacional recibe una llamada de un vecino alertando de trifulca. El particular señalaba que había muchas luches y un tumulto en un descampado, habitualmente poco habituado, detrás del Parque Alcosa.
Hasta el lugar se trasladaron algunas unidades del Cuerpo Nacional de Policía. Las luces y las sirenas de los vehículos policiales eran visibles desde lejos, lo que pudo alertar a algunos de los implicados en la pelea y que lograran huir antes de la llegada de los agentes.
No obstante, a la llegada de los agentes se encontraban en el descampado un grupo de 28 jóvenes, pertenecientes a los grupos radicales de aficionados de Betis y Sevilla. Todos ellos participantes en la pelea. Según han señalado a este periódico fuentes policiales, entre los hinchas que allí se concentraban no había heridos.
No hay detenidos
Los agentes, a continuación, procedieron a la identificación de todos los participantes en la pelea, dándose traslado posteriormente de estas actuaciones a la autoridad judicial.
Ahora son los miembros del Grupo de Información del Cuerpo Nacional de Policía los que están al frente de la investigación sobre este nuevo enfrentamiento entre radicales del Sevilla y del Betis para esclarecer todas las circunstancias de lo ocurrido.
Las citadas fuentes han asegurado a este periódico que, por el momento, no se ha registrado detención alguna con respecto a los 28 radicales identificados por su presunta responsabilidad en la pelea.