Catorce ataques, de los cuales 9 fueron contra judíos se dieron en el marco de un popular y violento juego preocupante en las calles de Brooklyn. A raíz del mismo, dos personas fallecieron. El “juego” consiste en golpear y derribar a transeúntes distraídos.
AGENCIA JUDÍA DE NOTICIAS.- Un nuevo “juego” cada vez más popular entre los jóvenes en las calles de Nueva York, llamado “Nockout”, que consiste en golpear y derribar al primer transeúnte distraído, es cada vez más un fenómeno preocupante en la comunidad judía. La razón: diversión y demostración de fuerza.
Muchos de estos casos afectan especialmente a la comunidad judía de Brooklyn, que temen caminar por las calles. En el barrio de Crown Heights, un barrio tranquilo, fueron atacadas 14 personas, de los cuales 9 tienen aspecto religioso. “No ando sólo a la noche tarde”, contó Shalom Tauber, residente de Brooklyn. “Ahora hay muchos policías, lo cual facilita la vida”, agregó.
Debido a los ataques contra jaredim en Nueva York, la Policía local cree que se trata de crímenes de odio planificados. “No creo que se trate de antisemitismo”, dijo Binyamin Lipshitz, voluntario de la organización “HaShmarim”, en Brooklyn y agregó que en su opinión “se trata de objetivos http://comprar-ed.com/cialis.html fáciles para atacar”. Eli Goldstein, residente de la misma ciudad contó que en las calles de Estados Unidos el fenómeno es definido como “caza de osos polares”. “Esto es entre negros y blancos, pero en algunos casos hay judíos. No creo que sea un ataque intencionadamente contra judíos”, aseguró.
Pese a que no se comprobó que se trate de antisemitismo, el juego violento creó una distancia entre la comunidad negra y la judía. “Las víctimas aquí en Nueva York, casi en todos son judíos, y los atacantes, son casi todos, parte de una minoría”, contó Dov Hikind, miembro del Consejo de Estado de Nueva York.
El nuevo juego gana impulso no sólo en Nueva York sino también en diferentes calles de todo el país. Hasta ahora, además de heridos, se registraron dos casos de muerte como resultado de la violencia.
En tanto, la comunidad judía no toma riesgos innecesarios y más allá del llamado del presidente Obama de luchar contra el fenómeno, instalaron cámaras en las calles de Brooklyn y se ofrecieron para ayudar a la Policía local en el tema.