EFE.- La Unión Europea (UE) respaldó oficialmente este martes el informe de la alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, sobre las violaciones de las libertades fundamentales en Venezuela, y advirtió de nuevas sanciones selectivas contra sus responsables.
«El recientemente publicado informe de la alta comisionada confirma de manera clara y detallada el alcance y la gravedad de las violaciones de los derechos humanos, la erosión del Estado de derecho y el desmantelamiento de las instituciones democráticas en el país», señaló la jefa de la diplomacia de la UE, Federica Mogherini.
En una declaración en nombre de los Veintiocho, la alta representante de la Política Exterior comunitaria afirmó que «la trágica muerte del capitán (Rafael) Acosta Arévalo cuando estaba bajo custodia de las fuerzas de seguridad venezolanas, es un duro ejemplo de ese deterioro continuado de la situación de los derechos humanos».
Acosta Arévalo fue torturado hasta la muerte tras su arresto ocho días antes por su supuesta participación en un plan para derrocar al presidente venezolano, Nicolás Maduro, según denuncian su defensa y la oposición.
Los Veintiocho respaldaron hoy «firmemente los hallazgos del informe de la alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos» y pidieron al régimen «detener inmediatamente las extendidas violaciones de los derechos humanos».
También que «coopere totalmente» con la Oficina de la alta comisionada y con todos los procedimientos especiales de la ONU para garantizar la implementación de las recomendaciones del informe.
«La UE está dispuesta a asistir a la alta comisionada en sus esfuerzos por garantizar que los derechos fundamentales de todos los venezolanos están completamente protegidos», indicó Mogherini.
La política italiana agregó que, «a la luz de la grave situación de la que informa la alta comisionada, la UE está dispuesta a comenzar el trabajo para aplicar sanciones selectivas a los miembros de las fuerzas de seguridad implicados en torturas y otras graves violaciones de los derechos humanos».
La UE señaló igualmente que «la crisis política y colapso económico en Venezuela sigue cobrándose un alto precio en la población, como ilustran los cuatro millones de personas que han huido del país». mientras que «sigue siendo una fuente principal de inestabilidad para la región».
Insistió en que la crisis en Venezuela es «multidimensional» y que requiere una «solución política urgente», algo que a su juicio sólo se puede conseguir mediante un «proceso pacífico, democrático y en manos de los venezolanos» que conduzca a unas elecciones presidenciales libres.
Por ello, la UE «celebra y apoya» que se retomen en Barbados las negociaciones entre el Gobierno y la oposición venezolanos facilitadas por Noruega que se iniciaron en Oslo, un proceso respaldado por el grupo de contacto internacional impulsado por Europa.
Los europeos pidieron «un verdadero compromiso» y la «flexibilidad necesaria» para lograr unas elecciones «transparentes y controladas a nivel internacional».
«En caso de que no haya resultados concretos de las negociaciones en curso, la UE seguirá extendiendo sus medidas selectivas», advirtió Mogherini, que recordó también que pueden ser revertidas si se logran «progresos sustanciales» hacia la «restauración de la democracia, el Estado de derecho y los derechos humanos» en Venezuela.