EFE. LA VANGUARDIA.– Una inmigrante hondureña de 15 años denunció que un agente estadounidense la manoseó sin su consentimiento en uno de los centro de detención ubicados en la zona fronteriza con México.
Un portavoz de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE.UU. (CBP), dijo a Efe que «esta denuncia sobre acoso sexual ya está bajo investigación por parte de la Oficina del Inspector General del Departamento de Seguridad Nacional (DHS).
La menor relató a funcionarios gubernamentales que el agente le hizo levantar la camiseta y metió la mano por dentro de su brasier, le bajó su ropa interior y le tocó los pechos.
Según el informe de la menor, mientras ocurrían los tocamientos «el agente hablaba y se reía en inglés con otros agentes».
El portavoz de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza dijo que estas acusaciones «no se alinean con la práctica común» en sus instalaciones y que «se investigarán a fondo».
«La CBP trata a los que están bajo nuestra custodia con dignidad y respeto y ofrece múltiples opciones para reportar cualquier queja de conducta indebida. Nos tomamos todas las acusaciones seriamente», añadió.
La reacción de la CBP llegó después de que la cadena NBC hiciese pública la denuncia de esta menor hondureña, recogida por funcionarios junto a otros casos de maltrato contra menores detenidos en una comisaría de Yuma, en Arizona.
En otra denuncia, un guatemalteco de 16 años dijo que los agentes les despojaron de los colchones en los que dormían y les obligaron así a pernoctar en el suelo cuando se quejaron del sabor del agua y de la comida que recibían.
Estos casos se dan a conocer semanas después de que unas visitas de abogados y congresistas a centros de detención con menores en Texas generaran una enorme polémica por las condiciones en las que las autoridades tenían a los detenidos.
Estas visitas se realizaron a finales de junio y los abogados denunciaron que los niños vivían en condiciones insalubres: sin pañales para bebés, jabón, ropa limpia, cepillos de dientes ni comida adecuada.