Lenguaje inclusivo en aulas y leyes, más mujeres al poder y otras pautas del Consejo de Europa

| 24 mayo, 2019

Estrasburgo aprueba la primera definición internacional de sexismo y edita una guía de recomendaciones para evitar el trato desigual en todos los ámbitos

PILAR ÁLVAREZ. EL PAÍS.- Los 47 países integrantes del Consejo de Europa comparten por primera vez una definición internacional de sexismo: “Cualquier acto, gesto, representación visual, manifestación oral o escrita, práctica o comportamiento basado en la idea de que una persona o grupo de personas es inferior por razón de su sexo, en el ámbito público o privado, en línea o en la vida real”. Está en un nuevo documento, aprobado en marzo y que se acaba de traducir al castellano, con recomendaciones para prevenir y combatir el sexismo. Esta semana lo han enviado a ministerios, comunidades autónomas, universidades, organismos oficiales o medios de comunicación de España. El informe, de 17 páginas, considera “el sexismo está ligado a la violencia contra las mujeres y niñas” y que hay acciones que a veces se consideran cotidianas (los chistes, las bromas, el lenguaje sexista) pero “forman parte de un contínuum de violencia que crea un clima de intimidación”.

“Nos dimos cuenta de que llevamos mucho tiempo hablando de sexismo pero no teníamos una definición clara de qué es ni qué herramientas existen para combatirlo”, explica al teléfono Charles Ramsden, presidente de la comisión de igualdad de Género del Consejo de Europa, con sede en Estrasburgo. Empezaron a elaborar el escrito antes de la explosión del Me Too en 2017 , pero la movilización fue un impulso que ha contribuido a arrojar luz sobre la omnipresencia del sexismo y la necesidad de adoptar medidas más firmes para combatirlo”, dice el texto. Los países que lo suscriben «están a distintos niveles de concienciación, pero lo importante es que todos han aprobado las recomendaciones y que ya trabajan para mejorar”, concluye Ramsden. Estos son los principales consejos del organismo: 

El consentimiento sexual en el currículo escolar. Recomienda revisar el material educativo para «evitar el lenguaje y las ilustraciones sexistas» y los estereotipos de género y para que promuevan la igualdad. También en las ilustraciones de juguetes, cómicos, libros, televisión o videojuego. Los currículos escolares deberían incluir conocimientos sobre qué constituye un comportamiento sexista y cuáles son las respuestas adecuadas en caso de que sufrir ataques o ver material inadecuado en redes. Y aconseja explicar en las escuelas temas como el consentimiento en las relaciones sexuales o la importancia del espacio personal. «Los currículos deben contener educación afectiva y sexual para niños y niñas adaptada a la edad», pide el Consejo.

Revisión «sistemática»del lenguaje inclusivo en las leyes. Estrasburgo promueve que se fomente el uso desdoblado del lenguaje con femenino y masculino o formas de género neutro (como la ciudadanía en lugar de ciudadanos) y que se garantice la igualdad entre ambos sexos en las representaciones visuales. Sugiere una revisión «sistemática» de todas las leyes, reglamentos o políticas para detectar el lenguaje sexista o el recurso de estereotipos para sustituirlos por terminología con perspectiva de género, como reclamó el Gobierno de España en el caso de la Constitución Española.

Sanciones por sexistas. El documento considera la imposición de “sanciones no penales” como retirar el apoyo financiero a organismos públicos que no denuncien los comportamientos sexistas. Reclama fomentar que las personalidades públicas reaccionen con rapidez a la hora de condenar el sexismo. Y la promulgación de medidas legislativas que «penalicen los supuestos de discurso de odio sexista» como ya ocurre en el caso de los ataques racistas para los que, según el Consejo, la ciudadanía y las instituciones cuentan con más sensibilización.

Explicar el mansplaining. Para conocer el avance del sexismo, es necesario apoyar investigaciones que den información sistemática y desglosada por sexo y edad, pide el documento, sobre la incidencia e impacto negativo del sexismo y sus manifestaciones, desde el acoso sexual en el trabajo a la labor de los medios de comunicación. Suma también la necesidad de promover campañas de sensibilización y otras iniciativas como la creación de museos para conmemorar la igualdad de género. El objetivo, añade, es que la ciudadanía conozca distintas formas de sexismo. Cita expresamente el mansplaining, un término anglosajón que hace referencia a cuando un hombre explica algo a una mujer de una forma condescendiente o paternalista.

Vigilancia en los medios. Según el consejo, el sexismo en los medios contribuye a su «tolerancia y banalización». Desaprueba la cosificación de las mujeres en las películas o la publicidad, la cobertura denigrante de la imagen de las mujeres (con referencias a su vestimenta comportamiento) o representada en roles estereotipados dentro de la familia. Pide que haya normativas que fomenten la supervisión y vigilancia en los medios, instar a la autorregulación o la difusión de herramientas para periodistas.

Más mujeres en puestos de decisión. Los 47 miembros del Consejo apoyan que haya una participación igualitaria de mujeres y hombres en puestos de decisión de los medios de comunicación y que se elaboren bases de datos de mujeres expertas en todas las materias para que ellas participen más también como fuentes de las informaciones. 

Cursos a maltratadores. Las entidades públicas, como las Defensorías del Pueblo, las comisiones de igualdad o los Parlamentos deberían diseñar códigos de conducta o directrices sobre sexismo. Deben hacer un seguimiento de esas medidas e indemnizar debidamente a las víctimas. Y recomienda también programas de formación para quienes cometen delitos sexuales y relacionados con el género, como las terapias a maltratadores de violencia de género que se imparten en España.

Con un ojo puesto en la inteligencia artificial. Según el documento, la inteligencia artificial plantea retos específicos en relación con la igualdad de género y los estereotipos porque el uso de algoritmos «puede difundir y reforzarlos». Prevé integrar perspectiva de género en las investigaciones relacionadas con la inteligencia artificial y que se elaboren estudios periódicos sobre cibersexo y ciberviolencia.

EL SEXISMO «ENDÉMICO» DE LAS REDES SOCIALES

El documento del Consejo de Europa repara en el sexismo en línea, el que se sufre en las redes. Lo califica de «endémico en toda Europa» y añade que afecta de manera «desproporcionada» a mujeres jóvenes y niñas, mujeres periodísticas, políticas, personajes públicos y defensoras de los derechos humanos de las mujeres. Reflexiona sobre que los ataques a los hombres se basan en sus opiniones o competencia profesional mientras que las mujeres son objeto de «abusos e invectivas sexistas y sexualizadas». Alerta de que pueden crecer amparadas en el anonimato y añade: «La era digital ha aumentado el escrutinio del que son objeto los cuerpos, discursos y activismo de las mujeres».

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