Las infracciones y agresiones homófobas se han disparado un 34,3%, y un 42 % las discriminaciones dirigidas específicamente contra las lesbianas
JUAN PEDRO QUIÑONERO. ABC.- Homofobia y lesbofobia crecen de manera espectacular en Francia: crecimiento de un 34,3 % de las «infracciones» genéricamente homófobas, crecimiento de un 42 % de las discriminaciones dirigidas específicamente contra las lesbianas, víctimas de una ascensión llamativa de la lesbofobia.
Según las cifras oficiales del Ministerio del Interior, durante los últimos doce meses se cometieron en Francia 1.378 «infracciones homófobas». Unas cuatro agresiones diarias, de la más diversa índole: violencias físicas, violencias sexuales, agresiones verbales de lo crudo a lo obsceno, discriminaciones laborales, persecuciones callejeras.
Esas 1.378 «infracciones» (púdica terminología oficial), solo son una parte, quizá mínima, de una realidad posiblemente mucho más dura: solo son las acciones homófobas que fueron registradas en los servicios policiales, primera consecuencia práctica de las denuncias presentadas por las víctimas.
Se sospecha con posible razón que el número real de agresiones y violencias de carácter homófobo sean muy superiores.
Las últimas estadísticas, oficiales y oficiosas de diversas organizaciones, como SOS-Homofobia, anuncian, al mismo tiempo, un crecimiento espectacular de la lesbofobia.
En los últimos doce meses ha sido «detectado» un crecimiento del 42 % de los delitos de agresiones y discriminaciones dirigidos específicamente contra las mujeres homosexuales, lesbianas.
Anick Delarue, especialista en este tipo de delincuencia, comenta de este modo esas estadísticas: «Parece evidente que la lesbofobia ha crecido de manera muy significativa. Pero, al mismo tiempo, las estadísticas también sugieren una suerte de “liberación”: un número creciente de mujeres han decidido defender públicamente su condición, incluso judicialmente. Se trata de una novedad significativa».
El ministerio del Interior, por su parte, ha constatado el incremento significativo de las denuncias presentadas por mujeres, víctimas de sus maridos y víctimas de su condición homosexual femenina,lésbica.
Oficinas públicas y privadas, grandes empresas y servicios públicos son los espacios privilegiados de la homofobia masculina y femenina. Varios estudios publicados recientemente han confirmado la existencia de «pulsiones machistas» y «tentaciones homófobas» en algunos sectores profesionales, como el periodismo.
Chistes, «gracietas» y agresiones «soft» son una «tradición» bien implantada y conocida. Más novedosa, quizá, es la aparición llamativa de la lesbofobia en las relaciones laborales, incluso en los servicios públicos más «viriles»: se han multiplicado los casos de mujeres soldados, policías y gendarmes que han decidido denunciar a sus respectivas jerarquías los comportamientos agresivamente homófobos, verbalmente, de entrada, de sus colegas presuntamente más «machotes».
