Un único sospechoso, de 19 años, fue detenido en el lugar de los hechos. La policía investiga un manifiesto en Internet en el que supuestamente proclamaba su odio a judíos y musulmanes y alababa la matanza de Christchurch
PABLO XIMÉNEZ SANDOVAL. EL PAÍS.- Un hombre blanco de 19 años ha entrado este sábado por la mañana en una sinagoga de San Diego, California y comenzó a disparar contra los asistentes a la celebración del último día de la Pascua Judía. Una mujer de 60 años ha muerto y otras tres personas han resultado heridas. El sospechoso, que actuó solo según la policía, ha sido identificado como John T. Earnest, vecino de la zona y cuyo rastro en redes sociales parece indicar cierta fascinación por los recientes tiroteos contra mezquitas en Nueva Zelanda. Los investigadores y toda la clase política lo consideran un nuevo crimen de odio, que están aumentando en Estados Unidos.
El sheriff del condado de San Diego (California), Bill Gore, informó a mediodía en su cuenta de Twitter de un tiroteo en una sinagoga de la localidad de Poway, un suburbio acomodado al norte de San Diego. Según la información del sheriff en redes sociales, había varios heridos que habían sido trasladados a Palomar, un centro médico cercano. Poco después, el alcalde de Poway, Steve Vaus, confirmó que una de las víctimas, una mujer, había muerto. Los otros heridos son dos hombres adultos y una joven, que se encuentran en condición estable.
El autor de los disparos, John T. Earnest, fue detenido en el mismo lugar de los hechos sin oponer resistencia. El sheriff Gore informó de que había utilizado en su ataque un fusil de asalto tipo AR. No tenía antecedentes penales.
La policía informó de que estaba examinando una «carta abierta» que el sospechoso había publicado en Internet. En la web Pastebin hay una copia de un mensaje supuestamente publicado en la red 8chan y que se atribuye un tal John Earnest, que se autodefine como «un hombre de ascendencia europea». La carta es un largo texto disperso e inconexo en el que el autor justifica los ataques contra judíos y musulmanes y parece declararse también autor del incendio de una mezquita en Escondido, también en San Diego el pasado 24 de marzo. En aquella ocasión no hubo víctimas. En un pasaje se hace una especie de autoentrevista donde se pregunta: «¿Eres partidario de Trump?». Y se contesta: «¿Quieres decir ese sionista, amante de los judíos, antiblanco, chupapollas traidor? No me hagas reír».
En la carta también alaba «el sacrificio» de Brenton Tarrant, el supremacista blanco que asesinó a sangre fría a 50 personas e hirió al menos a otras 30 en dos mezquitas de Christchurch, Nueva Zelanda, el pasado 15 de marzo. Tarrant retransmitió el primer ataque en directo por Facebook. Las autoridades de San Diego no habían confirmado el sábado por la noche si John Earnest tenía cuenta en Facebook ni si era el autor del manifiesto supremacista.
Algunos testigos indicaron a CNN que escucharon seis o siete disparos, un silencio, y luego otra ráfaga parecida. La cadena informó de que uno de los heridos es un rabino, Yisroel Goldstein. Una testigo, Minoo Anvari, confirmó que uno de los heridos era el rabino y declaró al San Diego Union-Tribune que el asesino estaba «disparando a todo el mundo y maldiciendo». Los testigos relataron que el rabino Goldstein trató de hablar y calmar al asesino incluso después de haber sido alcanzado en una mano.
El sospechoso trató de huir en coche del lugar, pero fue interceptado por un agente de la policía fronteriza fuera de servicio. El policía disparó contra el vehículo y Earnest paró y salió con las manos en alto, según el relato de las autoridades. Una pareja de la policía local de Poway procedió entonces al arresto.
La llamada a las fuerzas de seguridad se produjo a las 11.23 de la mañana locales de este sábado. La sinagoga atacada es la comunidad Chabad. La congregación celebraba este sábado el final de la Pascua Judía y tenía programado el servicio religioso a las 11 de la mañana.
El alcalde, Steve Vaus, dijo en rueda de prensa que los testigos le habían contado como algunos miembros de la sinagoga se enfrentaron al asesino y eso evitó que el ataque fuera aún peor. El alcalde dijo que el tirador era «alguien con odio en su corazón».
Pasadas las dos y media de la tarde, el presidente Donald Trump se dirigió a los medios en el jardín de la Casa Blanca para expresar su «más profunda solidaridad con los afectados». «Estamos investigando. En este punto parece que se trata de un delito de odio», dijo Trump. El presidente se dirigía a un mitin el sábado por la noche en Wisconsin.
El suceso se produce exactamente seis meses después del peor ataque antisemita de la historia de Estados Unidos. El pasado 27 de octubre, también durante la ceremonia de la mañana de sábado, un hombre asesinó a tiros a 11 personas en la sinagoga Tree of Life de Pittsburgh, Pensilvania. Otras siete personas resultaron heridas.