La alcaldesa de Roma es escoltada entre protestas vecinales contra gitanos

| 8 mayo, 2019

EFE. LA VANGUARDIA.– La alcaldesa de Roma, Virginia Raggi, tuvo hoy que ser escoltada cuando visitaba a una familia de gitanos nómadas a los que ha asignado una casa en un barrio periférico, a causa de la protesta de decenas de vecinos y la ultraderecha.

La regidora, del partido populista Movimiento 5 Estrellas, acudió al barrio periférico de Casal Bruciato, que en los últimos días ha sido escenario de duras protestas de los vecinos por la llegada de una familia de nómadas con doce hijos, nueve de ellos menores de edad.

Raggi visitó la casa de protección concedida a esta familia, que ha vivido veinte años en campamentos, pero ahí la esperaban decenas de vecinos que la recibieron y despidieron con gritos y toda clase de insultos, por lo que tuvo que ser escoltada por la policía.

Antes dijo ante los medios que la familia consta como «legítima beneficiaria de un alojamiento, tiene derecho a entrar en la casa y la ley se respeta» y aseguró que están «aterrorizados» por la reacción de parte del vecindario.

Quienes se quejan por la llegada de los nómadas al barrio han contado con el apoyo de grupos neofascistas como CasaPound, que ya estuvieron presentes en otros casos similares ocurridos en la periferia de Roma en los últimos meses.

La madre, acompañada de una de sus hijas de dos años y medio, fue increpada en los últimos días por los manifestantes, que gritaban «Fuego a los rom» y la amenazaron con violarla.

La familia de nómadas cuenta con el apoyo de una «cadena de solidaridad» formada por movimientos por el derecho a la vivienda y partidos progresistas como Europa Verde, que ha denunciado a esas formaciones de extrema derecha por «instigar al odio racial».

También la Iglesia católica apoya a los nuevos vecinos de Casal Bruciato y el obispo auxiliar de Roma, Giampiero Palmieri, les visitó para invitarles a un encuentro que el papa Francisco celebrará el jueves en la basílica de San Juan de Letrán.

El director de Caritas en Roma, Benoni Ambarus, explicó a su salida del domicilio que los gitanos temen la reacción de sus vecinos: «Estamos asustados, esperamos resistir», le dijeron al sacerdote, según relató este a los medios.

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