El vicepresidente primero de Vox, Víctor González de Coello de Portugal, ha denunciado que «unos nos señalan y otros tiran las piedras»
ÁLVARO CARVAJAL. EL MUNDO.- La sede nacional de Vox ha sido atacada este jueves rompiendo varios de los cristales de la planta baja del edificio que ocupa en la calle Nicasio Gallego 9, cerca de la glorieta de Bilbao, en Madrid, sin que el partido haya informado de mayores desperfectos ni de pintadas.
La formación liderada por Santiago Abascal ha difundido un vídeo en el que se aprecian los boquetes en las ventanas y cómo los cristales rotos se encuentran esparcidos por el suelo tras el impacto de algún objeto contundente en algún momento de la noche, cuando en la sede nacional de Vox no había nadie.
El vicepresidente primero, Víctor González de Coello de Portugal, ha denunciado que «unos nos señalan y otros tiran las piedras». En una alusión velada a la «alerta antifascista» decretada por el líder de Podemos, Pablo Iglesias, y a la que los dirigentes de Vox suelen apelar para responsabilizarle siempre que sufren algún tipo de ataque o acoso y agresiones en sus actos.
«‘Extremistas’ pero hieren a nuestros simpatizantes. ‘Populistas’ pero presentamos la mejor memoria económica. ‘Racistas’ pero defendemos una emigración ordenada y regulada», ha apostillado el dirigente de Vox, que ha vinculado el incidente con la cercanía del 28 de abril.
No es el primer incidente que sufre Vox a lo largo de esta campaña. Los episodios más graves tuvieron lugar durante los actos electorales en San Sebastián y Bilbao, cuando centenares de radicales fueron a acosar a los simpatizantes de Vox a las puertas de los mítines. Algo que también sufrieron, con agresiones incluidas, los seguidores de Vox que acudieron al acto preelectoral en Barcelona días antes del arranque de la campaña. En ambos casos la Ertzaintza y los Mossos se vieron obligados a intervenir para disolver las protestas violentas de los radicales.
Abascal viene denunciando precisamente en sus mítines la falta de protección policial en sus actos electorales, pidiendo expresamente reforzar los dispositivos policiales para que se disuelvan «a pelotazos» las protestas que puedan poner en riesgo a sus simpatizantes.
