Suspendido el profesor que hizo ‘bullying’ al niño con autismo

, | 12 abril, 2019

Las autoridades de Santiago (Chile) activan el protocolo de acoso escolar tras conocer el caso del niño de 11 años cuya carta denunciando los abusos fue ignorada por el colegio

DE MAMÁS Y PAPÁS / EL PAÍS.- La denuncia de Marjorie Salinas en redes sociales contra el colegio de su sobrino Santiago, de 11 años y con autismo, ha tenido respuesta por parte de las autoridades chilenas. El pequeño había enviado una carta a la directora del centro denunciando que su profesor de religión se burlaba de él en clase y la nota había sido ignorada por el claustro. Salinas indignada denunció el caso en redes sociales, convirtiendo la triste situación del niño en viral.

Las autoridades competentes han informado en las últimas horas de que “han logrado identificar el establecimiento educacional donde se registró el hecho y han señalado que están tomando cartas en este asunto tan serio”. Además, han dado a conocer que «la encargada comunal del Programa de Integración Escolar se reunirá a conversar con la directora porque el asunto se tratará directamente con los docentes involucrados”.

A través de un video publicado esta semana en Twitter, el alcalde Felipe Alessandri (RN) de la ciudad de Santiago ha dado su apoyo al pequeño y su familia, calificando lo ocurrido como «lamentable, desagradable y abusivo». Los protocolos de acosos escolar ya han sido activados.

“Iniciamos la investigación sumaria, nos estamos haciendo cargo, pero además, mientras dure la investigación, para evitar cualquier tema, al profesor lo separamos de sus funciones. Todos los niños merecen ser tratados de la forma más digna posible por sus compañeros y también por los adultos”, ha agregado el alcalde de Santiago.

Facilitar la inclusión

La discriminación a los niños con autismo es una realidad, estos menores sufren más acoso que sus iguales sin trastorno, y es una queja a la que dan voz muchas organizaciones y familias en todo el mundo. ¿Por qué sufren más acoso por parte de sus compañeros e, incluso, de sus profesores?

Los trastornos del espectro del autismo (TEA) son discapacidades del neurodesarrollo que tienen un origen biológico de tipo genético, aunque la investigación científica aún no ha determinado con exactitud su origen. Los TEA provocan que las personas que los padecen tengan un desarrollo distinto, debido a que su configuración neuronal es diferente.

Ruth Vidriales, responsable de Asesoramiento de Autismo España, psicóloga experta en TEA, explicaba hace unos meses a este medio que “casi la mitad de los niños con autismo se encuentra alguna vez en esta situación, es una proporción cuatro veces mayor que en la población general». «Son muy vulnerables porque las propias características de este trastorno del desarrollo, especialmente todo lo que tiene que ver con el manejo de las relaciones sociales y la comunicación, hacen que a veces ellos no identifiquen los comportamientos de acoso como indicadores de agresión o burla, o que no sepan cómo enfrentarse a esas situaciones. Además, con mucha frecuencia el entorno escolar no tiene en cuenta estas dificultades y no facilita los apoyos que el alumno o alumna con autismo necesita para estar socialmente incluido en el centro”, señala Vidriales.

Y esto es lo que le ha sucedido al pequeño Santiago. En su carta relataba la situación: “Le escribo para pedirle que me autorice a salirme de la asignatura de religión porque el profesor me molesta, me dice que no existo, se burla de mí diciendo ‘¿por qué no vino el Santiago? ¿Santiago es una comuna?’ Y hace que todos se rían de mí y esto me hace sentir triste, enojado (…) y ayer me tuve que esconder debajo de la mesa por lo que pasó y mis compañeros se volvieron a reír”. El menor tuvo que salir del aula para poder llorar, según relatan medios chilenos. Ante la misiva, el centro, según relató su tía Salinas, se tomó la denuncia a broma e ignoró al chaval.

Salinas hizo un llamamiento en redes para que el caso no cayera en el olvido. “Para las personas del centro escolar todo esto es una broma. ¿Es que no saben que las personas con TEA no entienden los chistes?». Y se preguntaba la mujer: “¿Dónde está la integración escolar? ¿Dónde queda la inclusión educativa? Por favor, ayúdenme a denunciar esta situación. Y que así mi sobrino pueda acceder a las instalaciones que merece». Salinas hace también un llamamiento: «que las comunidades educativas deben ser educadas para la inclusión, porque al no ser así, la inclusión se convierte en tan solo una linda palabra en el cartel de un colegio”. Y su demanda ha tenido respuesta.

En Facebook la historia de Santiago llegó a tener más de 10.000 comentarios. La mayoría de ellos son para dar ánimos a la familia y criticar con ahínco a la educación supuestamente inclusiva.

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