NOTICIAS TERRA.- El ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, ha advertido hoy de los «riesgos de actitudes antisistema y populistas» que pueden representar en las próximas elecciones europeas las más de quince fuerzas políticas de extrema izquierda y extrema derecha que van a concurrir.
Durante un homenaje a Julián Santamaría Ossorio en el Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, el ministro ha hablado sobre la falta de consciencia que existe entre las nuevas generaciones, respecto a otras que han «vivido» la dictadura franquista y la transición, sobre la «fragilidad» que puede tener el sistema democrático.
En este sentido, ha criticado que concurran partidos de ideología extremista a las elecciones europeas de mayo y ha considerado que en España no se debe «dar por hecho» el sistema democrático «como un logro» que «no sea susceptible de revisión».
«Habría que introducir, no un punto de temor, sino un punto de advertencia», ha aclarado Ruiz-Gallardón y ha añadido que «la democracia jamás está consolidada».
Ha citado como ejemplo a Latinoamérica, en donde cree que existe más consciencia sobre la «fragilidad del sistema» que en España y en otros países de la UE en los que se carece de dicha percepción.
El titular de Justicia ha afirmado que el bipartidismo ha proporcionado «estabilidad y claridad» al sistema democrático de España y ha dicho que ha garantizado «la alternancia» política al preservar «las dos grandes corrientes del pensamiento político y social» del siglo XX.
«Pensar que el bipartidismo limita las posibilidades de participación de los ciudadanos es un error histórico», ha aseverado.
Asimismo, Ruiz-Gallardón se ha mostrado partidario de reformar el sistema electoral para que ninguna «voz minoritaria» quede excluida, aunque, a su parecer, el actual es «extraordinario» y ha garantizado la gobernabilidad de España.
Sobre la disciplina de los partidos, el ministro de Justicia ha apostado por debates internos que generen «una voz mayoritaria» y ha considerado que si existen miembros que mantienen «discrepancias» debido incompatibilidades con el partido, no es legítimo «quedarse dentro para perjudicar constantemente la voz de la mayoría».