SDesde principios de febrero las instalaciones sólo permiten a las personas con movilidad reducida utilizar los remontes de la zona de Cebolledo
D. ÁLVAREZ. LA NUEVA CRÓNICA.- Un usuario con discapacidad motora de la estación de esquí de San Isidro denunció este domingo “trato discriminatorio” por parte de los responsables de las instalaciones, que le impidieron acceder a los remontes de los sectores de Requejines y Riopinos. Fuentes de la Diputación de León, que gestiona las instalaciones, señalaron que, desde principios de febrero, el área de explotación de la estación tomó la decisión de dirigir a los discapacitados hacia el acceso a la zona de Cebolledo, el único de los cuatro sectores que dispone de un telesilla adaptado para personas con movilidad reducida.
El protagonista de la denuncia es el berciano Pedro Fernández, único deportista de Castilla y León que practica el esquí adaptado bajo el paraguas de la federación nacional. Tras casi una década acudiendo a las instalaciones de San Isidro, Fernández señaló que “nunca había tenido ningún tipo de problema”. “En San Isidro, siempre he podido esquiar por toda la estación, y en otras estaciones de España no me he encontrado inconvenientes, al contrario”, relató.
Sin embargo, este lunes el personal de la estación le impidió, tanto a él como a sus dos acompañantes, acceder a las zonas de Riopinos y Requejines, lo que provocó que los tres interpusieran sus correspondientes reclamaciones en las que solicitan la devolución del ‘forfait’ y que se tomen medidas para solucionar el problema, que Fernández calificó de “claro ejemplo de discriminación”.
Por su parte, fuentes de la Diputación de León señalaron que, en días de máxima afluencia y “para garantizar la seguridad de todos los usuarios” ante una eventual evacuación de las instalaciones, la estación dirige a las personas con discapacidad hacia Cebolledo, uno de los cuatro sectores esquiables y el único con remontes adaptados a personas con movilidad reducida.
“Lo ideal sería que toda la estación estuviera adaptada”, reconocieron las mismas fuentes, que insistieron en que la aplicación de la nueva normativa no responde a ninguna discriminación sino que se pone en marcha “por cuestiones de seguridad”. La decisión, además, se habría comunicado tanto a las escuelas de esquí como a los propios usuarios afectados.