La Policía tiene que intervenir en un partido de juveniles en Zaragoza

| 17 marzo, 2019

Una trifulca con empujones, insultos y agresiones entre aficionados del Ranillas y del Giner al final del partido fue el detonante

ÁNGEL BONA. HERALDO DE ARAGÓN.- La Policía tuvo que presentarse este sábado por la tarde con una decena de efectivos en el campo de fútbol del Nuevo Ranillas de Zaragoza en el encuentro de Juvenil Preferente entre el Atlético Ranillas y el Giner, tras montarse una tangana entre 30 o 40 aficionados de ambos equipos al final del encuentro.

El detonante de esta trifulca comenzó al ser expulsado un jugador del Giner en el minuto 89, y camino a los vestuarios no pudo abrir una puerta para salir del terreno de juego, golpeándola y causando daños a la misma rompiendo la manivela. Este hecho fue recriminado por un sector de público del Ranillas que estaba presenciando los minutos finales del encuentro. A partir de este momento, en una de las esquinas del campo más cercana al bar del campo de fútbol donde estaban los aficionados del Ranillas, acudieron los del Giner Torrero al observar los hechos, formándose una trifulca con diversas agresiones, insultos y empujones ente unos y otros.

En el minuto 89 se formó una trifulca con aficionados de los dos equipos y la Policía tuvo que presentarse con una decena de efectivos

Esta circunstancia propició la suspensión definitiva del encuentro en el minuto 89 por parte del colegiado Ángel Espino, al observar que los jugadores de ambos equipos se drigían a la esquina donde estaba el tumulto igualmente para ver lo que pasaba y a quién podía afectar el mismo. La Policía se presentó inmediatamente en el campo de fútbol municipal e identificó a varias personas que participaron en la trifulca y apaciguó los ánimos, en un partido que se había caldeado en el terreno de juego con varias expulsiones por parte del equipo visitante. Parece ser que ‘había alguna rencilla de enfrentamiento anteriores entre estos dos equipos’, según relata un aficionado del Giner.

El vicepresidente del Ranillas, Vicente Fernández, reprueba los hechos acaecidos el pasada sábado y comenta al respecto que: “algún padre se enfrentó a jugadores locales”. Lo que tenía que haber acabado con los tres pitidos del trencilla como cualquier partido de los cientos que se celebran en Aragón, acabó con la Policía en la instalación para apaciguar los ánimos.

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