Ikea ha sido demandada en Israel por una mujer judía ortodoxa y por el Centro de Acción Religiosa
EFE. 20 MINUTOS.- La cadena de tiendas sueca Ikea ha sido demandada por discriminación de género tras haber difundido durante un período en 2017 un catálogo especial para la comunidad ultraortodoxa judía con imágenes en las que no aparecían ni mujeres ni niñas, informó este miércoles el periódico israelí Haaretz.
La demanda fue presentada este martes al Tribunal de Distrito de Jerusalén por una mujer judía ortodoxa que encontró el catálogo en el buzón de su domicilio y por el Centro de Acción Religiosa de Israel.
Los demandantes pidieron a la Justicia israelí que atiendiera la demanda colectiva contra la filial israelí de Ikea, que en el país opera bajo concesión, y contra su director, Shuki Koblenz.
Pidieron que la empresa multinacional pague una compensación de unos 363 euros a cerca de 10.000 mujeres ultraortodoxas que, según calculan los demandantes, vieron su sensibilidad herida por la distribución del catálogo, llamado popularmente catálogo kosher. «La exclusión total de las mujeres y las niñas del catálogo envía un mensaje grave de que las mujeres no tienen ningún valor y de que hay algo malo en su presencia, incluso en el espacio del hogar familiar que se muestra en el catálogo», alegaron los querellantes en la demanda presentada. «Esta discriminación y exclusión ha hecho enfadar, insultado y traumatizado a quienes recibieron el catálogo» y puede «perjudicar el estatus de las mujeres en la sociedad en general, y particularmente en la —comunidad— ultraortodoxa», denunciaron.
El catálogo kosher fue distribuido durante un período de 2017 en Israel y levantó quejas de grupos feministas y de los clientes más seculares, tras lo que Ikea anunció que dejaría de distribuir cualquier tipo de catálogo que excluyera a las mujeres y posteriormente distribuyó otro con imágenes sin personas. El pasado septiembre, la Justicia israelí condenó a una cadena de radio ultraortodoxa al pago de una multa equivalente a 238.000 euros por excluir a las mujeres en sus emisiones, tras una sentencia que respondió a la primera demanda colectiva sobre derechos civiles y discriminación de género presentada en Israel.