La justicia estudia si presentar cargos contra 18 fascistas que desfilaron sin permiso por el campo donde Hitler celebró el congreso anual nazi entre 1923 y 1938
CARLES PLANAS BOU. EL PERIÓDICO.- Chaquetas negras, simbología extremista y antorchas para desfilar por uno de los lugares sagrados del nazismo. Aunque todo eso pueda evocar la Alemania en blanco y negro ocurrió el sábado pasado en Núremberg. Un grupo de hasta 18 neonazis se reunieron de noche para pasearse por la ciudad bávara y visitar el Campo Zeppelín, donde Adolf Hitler celebró el congreso anual nazi desde 1923 hasta 1938.
Ahora los fiscales alemanes estudian presentar cargos contra ellos, a quien se les podría acusar de»incitación a las masas». También podrían ser multados con una sanción de hasta 3.000 euros por no contar con ningún tipo de permiso municipal.
Identificados como miembros del partido neonazi NPD y de la organización extremista Wodans Erben Germanien llegados de varias ciudades del país, colgaron en las redes sociales el vídeo de su desfile conmemorativo junto al Deutschlandlied, el himno alemán cuyas primeras dos estrofas fueron eliminadas tras la guerra por su asociación con la sanguinaria dictadura.
Errores policiales
Según relata la prensa local, el grupo inició su marcha frente a un centro para refugiados. La policía los identificó y les obligó a disolver la concentración. Sin embargo, al cabo de un rato los neonazis volvieron a reunirse para visitar el área donde hace más de 80 años los nazis celebraron mítines con hasta 500.000 miembros del partido. En las imágenes publicadas, se puede ver a esas personas levantando las antorchas al aire.
La policía ha admitido errores por subestimar la marcha. «Las fuerzas desplegadas no reconocieron con suficiente antelación el progreso del incidente», ha confesado su portavoz, Elke Schönwald, quien ha lamentado que se haya utilizado un sitio “contaminado históricamente” para hacer propaganda.
Aunque el caso apenas ha sido recogido en los medios nacionales la ciudad ha vivido la marcha con preocupación. «Este es un acto que debería alarmar a toda Alemania y especialmente en Núremberg por el hecho de que este tipo de símbolos se exhiban en lugares así», ha lamentado Ulrich Maly, alcalde socialdemócrata de la ciudad. Las antorchas fueron utilizadas recurrentemente por los nazis y sus aliados.