Socialdemócratas, ecologistas y centroderecha sellan un pacto para poner fin al bloqueo político en el que estaba inmerso el país desde las elecciones legislativas de septiembre
CADENA SER.- Cordón sanitario a la ultraderecha. Todo indica que Suecia va a poder tener Gobierno con el que terminar el bloqueo político en el que el país lleva instalado desde las reñidas elecciones de septiembre. Y que lo va a tener con la extrema derecha aislada, sin que ninguna de las restantes fuerzas haya querido pactar con ella. Del pacto forman parte los socialdemócratas del primer ministro en funciones, Stefan Löfven, sus aliados ecologistas y los liberales y centristas. Los socialdemócratas y el centroderecha han confirmado el acuerdo, que ya habían adelantado los medios suecos, y que ahora ha de ser ratificado por los comités ejecutivos de los cuatro partidos implicados.
En las pasadas elecciones de septiembre, el bloque de izquierda de Löfven, cuyo partido fue el más votado, logró 144 escaños por 143 de la llamada Alianza(conservadores, centristas, liberales y democristianos) y 62 del ultraderechista Demócratas de Suecia (SD). Centristas y liberales habían negociado el mes pasado su apoyo a Löfven, pero sin llegar a un acuerdo . Así que la segunda votación en el parlamento el pasado día 14 volvió a rechazar el intento del socialdemócrata de continuar como primer ministro.
Antes de alcanzar este acuerdo, liberales y centristas habían anunciado para este fin de semana reuniones de sus órganos directivos para decidir si apoyaban a Löfven o al candidato conservador, Ulf Kristersson, antes de que el presidente del Parlamento, Andreas Norlén, diga el lunes cuál de los dos nomina para someterse a votación en la Cámara el miércoles.
Ambos partidos habían votado en noviembre contra el aspirante conservador en el Parlamento para no depender de los votos de la ultraderecha, una decisión contestada por parte de sus bases y grupo parlamentario, lo que despierta dudas sobre si el acuerdo con Löfven saldrá adelante. Para ser elegido primer ministro Löfven, que ejerce como jefe de gobierno en funciones desde septiembre, necesita también los votos del Partido de Izquierda, aliado externo la pasada legislatura.
En caso de que el candidato nombrado por Norlén no obtenga el miércoles el apoyo de la Cámara (en Suecia basta con no tener una mayoría en contra para ser elegido), quedaría una última votación el día 23 con ese u otro aspirante a primer ministro. Y si esa votación también fracasase, se convocarían elecciones extraordinarias de forma automática, algo que no ocurre desde 1958. Las autoridades electorales recomendaron ayer en un informe que unos hipotéticos comicios se celebren el 7 de abril.