EFE. LA VANGUARDIA.- La justicia de Mauritania perseguirá judicialmente a los autores de delitos de incitación al odio sin necesidad de que medie una denuncia, en un aparente intento de cortar el reciente clima de tensión interracial en el país.
Los procuradores (fiscales) de la República han recibido una circular en las que se les conmina a «abrir procedimientos contra partidos y personas implicados en discursos y actos de odio», según han explicado a Efe fuentes judiciales.
La ley mauritana aprobada el pasado año prevé para sus autores penas de cárcel de hasta cinco años, además de multas, y considera imprescriptibles los delitos de racismo, discriminación y discursos de odio.
La circular de la Procuraduría se conoce un día después de que se celebrase una imponente marcha en Nuakchot promovida por el oficialismo (el propio presidente Mohamed uld Abdel Aziz la encabezó) para denunciar «los discursos del odio».
Oficialmente, se trataba de denunciar una serie de mensajes anónimos aparecidos en internet considerados insultantes contra las élites arabobereberes, que dominan todos los resortes del poder frente a las etnias negras desde la independencia del país.
Sin embargo, todos los observadores coinciden en que se trató de un intento de frenar la Iniciativa para el Resurgimiento del Abolicionismo (IRA) y a su líder Biram uld Dah, que han hecho de su campaña contra la esclavitud el centro de su activismo político.
En la marcha de ayer, Aziz hizo alusiones apenas veladas a Dah y a la IRA, acusándolos de recibir financiación extranjera.