El Reglamento les da poder para la suspensión indefinida tras tres avisos si hay insultos racistas. La UEFA prepara un endurecimiento de las penas tras el ‘caso Koulibaly’
JOAQUÍN MAROTO. DIARIO AS.- La FIFA instará a los árbitros a cortar por la vía rápida los brotes de racismo. La orden emana directamente del presidente de la organización, Gianni Infantino, «que está consternado y escandalizado y por los insultos contra Koulibaly» en el Inter-Nápoles.
Infantino ha hablado del asunto con el jefe de los árbitros, el italiano Busacca, que enviará una circular a todos los colegiados de la organización en la que les instará «a aplicar el Reglamento a rajatabla ante episodios racistas en los estadios».
El Reglamento de la FIFA contempla la suspensión indefinida de un partido si se producen incidentes racistas graves, como los que sufrió el franco-senegalés Koulibaly durante el partido en el estadio Meazza de Milán. El proceso obliga al árbitro a dar un primer aviso al delegado de campo, que debe ordenar que se haga público por la megofonía del estadio. De seguir los insultos, el colegiado puede enviar a los dos equipos al vestuario tanto tiempo como crea oportuno, y si aún así no cesan los insultos puede suspender el partido. Luego sería el Comité de Competición de la Federación Nacional el que tome medidas disciplinarias, que podrían ser aumentadas por la propia Confederación Continental (en este caso la UEFA) y también por la FIFA.
Además de todo lo anterior, la FIFA enviará observadores a los estadios con aficiones con antecedentes racistas. En caso de reincidencia las sanciones podrían acarrear la expulsión de la competición.
