El club italiano ha informado a la Federación Italiana de que si las descalificaciones raciales continúan, no dudarán en abandonar los partidos.
ÁLVAR GUTIÉRREZ. EL ESPAÑOL.- Nuevo episodio racista en el mundo del fútbol. Esta vez ha sido en Italia. Durante la tarde del miércoles 26 de diciembre se ha jugado el partido entre el Inter de Milán y el Nápoles. Lautaro Martínez decidió el choque con un solitario gol, pero la historia del partido ha sido otra, y no alegrará a ninguno de los involucrados.
Kalidou Koulibaly vivió una situación vergonzosa. Varios aficionados interistas se aseguraron de insultarle cada vez que tocaba el balón o estaba involucrado en el juego. ¿El motivo? Racismo. El Giuseppe Meazza se abalanzó contra el central senegalés, presionándolo, y obligando a cometer un error.
En el minuto 80, el central cometió una falta sobre Politano que le valió la segunda amarilla y la expulsión del choque. A continuación, Koulibaly aplaudió de forma sarcástica al árbitro y se encaró con la grada. Finalmente, el Nápoles acabó con nueve jugadores por la expulsión de Lorenzo Insigne tras una agresión sobre Keita Baldé.
Ancelotti mostró su enfado
Las reacciones post-partido no se hicieron esperar. Carlo Ancelotti habló en la rueda de prensa del estado anímico del equipo y las medidas que la Federación Italiana debería tomar ante estos episodios racistas.»La expulsión ha determinado el resultado. Los ánimos estaban ‘agitados’ al final», reconocía el antiguo técnico del Milan entre otros.
«Koulibaly estaba muy nervioso todo el partido. Hemos pedido tres veces a la gente de la Federación que hiciera algo», aseguraba el exentrenador del Real Madrid. Una grabación de la expulsión con sonido ambiente revelaba un sonido claro: «Buuuu…». «El estado de ánimo de Koulibaly no era sereno. Además Kalidou estás cosas las sufre», añadió el técnico de la escuadra napolitana.
Según Onda Cero, el presidente De Laurentiis, ha amenazado a la Federación Italiana. Si estos capítulos se suceden, el Napoles se retirará de futuros encuentros, aunque sea sancionado. Tras el partido, cuatro aficionados visitantes han sido apuñalados, los ánimos no solo estaban caldeados sobre el césped y el mundo del fútbol se avergüenza.