Cerca de 40.000 personas murieron en eventos relacionados con armas de fuego el año pasado, lo que supone un aumento de unas 10.000 respecto a las 28.874 registradas en 1999
EL CONFIDENCIAL.- Las muertes relacionadas con armas de fuego en Estados Unidos alcanzaron en 2017 su máximo histórico de los últimos 40 años, según datos difundidos por los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés).
Cerca de 40.000 personas murieron en eventos relacionados con armas de fuego el año pasado, tal y como reflejan dichas informaciones. Las 39.773 muertes a causa de tiroteos suponen un aumento de unas 10.000 respecto a las 28.874 registradas en 1999.
Actualmente se producen unas 12 muertes por cada 100.000 personas. En 1999 el número era de 10,3 por cada 100.000 habitantes. CDC ha indicado a la cadena de televisión CNN que las muertes por armas de fuego han alcanzado un máximo histórico desde aproximadamente 1979, cuando este tipo de fallecimientos comenzaron a ser registrados en las bases de datos de defunciones en relación a los eventos con armas de fuego.
Los datos reflejan que 14.542 personas han muerto en casos de homicidios con armas de fuego. El año pasado ya había sido catalogado como uno de los periodos más mortíferos y con mayor número de tiroteos en masa dadas las masacres del concierto de Las Vegas y de la iglesia de Sutherland Springs, en Texas.
Cuatro muertos en un tiroteo en un hospital de Chicago
ECNuevo tiroteo mortal en Estados Unidos. Esta vez ha ocurrido en un hospital de Chicago y han muerto cuatro personas. Entre los fallecidos está el asaltante,
Aumentan los suicidios por armas de fuego
El aumento de los suicidios con armas también ha contribuido a engrosar la lista. Cerca de 24.000 personas han muerto de esta forma. Diez años antes, en 2017, la cifra de suicidios con armas de fuego era de 17.352, según ha informado el portal de noticias The Hill. Los homicidios con este tipo de armas han afectado principalmente a hombres afroamericanos. El estudio de CDC estima que 486 muertes han tenido lugar de forma no intencionada, mientras que otras 338 no se han determinado.
La excongresista demócrata por Arizona Gabrielle Griffords, que estuvo a punto de perder la vida en un tiroteo en 2011, ha aseverado que los datos obtenidos son un recordatorio de «cuántas vidas se cobra la crisis de violencia por armas de fuego» en Estados Unidos cada año y «por qué la población está instando a que se tomen medidas». «Es inaceptable que el número de muertes por disparos siga subiendo mientras Washington se niega incluso a debatir las políticas sobre el control de armas, que sabemos que podrían salvar vidas. El activismo salva vidas y en enero más personas a favor del control de armas llegarán al Congreso y harán de este problema una prioridad», ha aseverado en un comunicado.
La Asociación Nacional del Rifle (NRA, por sus siglas en inglés), ha indicado en su cuenta de Twitter que las leyes sobre el control de armas no son las respuestas idóneas ante el creciente número de muertes por armas de fuego. «Si queremos prevenir más actos de violencia terrible nuestros líderes tienen que dejar de demonizar a los hombres y mujeres de la NRA y encontrar soluciones que salven vidas», ha indicado la organización.