Daniel Fernández.El Plural 04/12/18.- El presidente del Movimiento contra la Intolerancia analiza los resultados de la extrema derecha en Andalucía: “No da impresión de que esto vaya a retroceder”
Esteban Ibarra, presidente del Movimiento contra la Intolerancia, ha analizado con ElPlural.com la fuerte irrupción de la extrema derecha en las instituciones.
Pese al ruido de los últimos meses, especialmente con la atención mediática tras el congreso de Vox en Vistalegre, ya se preveía la entrada de la extrema derecha en los parlamentos españoles, los últimos -junto a Irlanda y Portugal- a los que no había llegado aún este tsunami europeo. Sin embargo, El CIS y otras encuestan preveían entre 1 y 4 escaños, lejos de los 12 que finalmente ha logrado.
Ibarra explica este resultado con el voto del “enfado monumental con el secesionismo en Cataluña”, señalando a Podemos y PSOE como responsables del “mensaje de confluencia con ese secesionismo que han promovido determinadas formaciones de izquierda”. En su opinión, este es el principal motivo por el que un 11% de los votantes andaluces se han posicionado “contra las autonomías, con un planteamiento muy restrictivo con la inmigración o el antieuropeísmo” que defiende la formación de Abascal.
Pero añade, además del rechazo al secesionismo en Cataluña, esos casi 400.000 andaluces también han emitido un voto con “tintes xenófobos” debido al “miedo a la inmigración, la falta de control o la falta de una política migratoria común de la Unión Europea que posibilite abordar los flujos irregulares de inmigrantes. Hay que pensar que Andalucía ha sido el principal receptor de ese flujo irregular de inmigrantes, y eso puede haber generado cierta inseguridad, cierto miedo, y ciertas situaciones psicológicas que puedan alentar el discurso de la xenofobia”, aseguraba Ibarra, aunque probablemente las elecciones de 2019 extiendan estos resultados de Vox por el resto de España porque “no da impresión de que esto vaya a retroceder”.
En cuanto a la ubicación ideológica de este partido, Ibarra afirma contundentemente que “esto no es la ultraderecha” ya que a los ‘ultras’ pertenecerían los “partidos de corte neonazi que no intentan gestionar el sistema si no destrozarlo con su denominada revolución nacional”. Por tanto, Vox “si es extrema derecha, pero no es ultraderecha”. Sobre este asunto, el fundador del Movimiento contra la Intolerancia encuentra importantes pistas en la relación del partido con el contexto europeo: “Quizás la ubicación ideológica la define el saludo y el apoyo que le dio Marine Le Pen de una manera inmediata. Da la impresión de que ese saludo y apoyo ubica a Vox en ese espectro político donde está el Frente Nacional, Wilders, Alternativa por Alemania, Salvini…. Es decir, la extrema derecha”.
Preguntado sobre si estos resultados pueden estar mostrando un aumento del racismo, Esteban Ibarra es categórico: “No, no creo que se pueda hacer esa ecuación tan sencilla”, “el racismo en España existe, pero es minoritario.” Pero, seguidamente, advierte que “la xenofobia si puede aumentar lo mismo que está aumentando en toda Europa”.
Por último, terminaba evitando hablar de un “cordón” para aislar al partido de Abascal de las dinámicas parlamentarias, pero aseguraba que “la emergencia de una opción política como Vox no es buena para el país” y que son “los partidos constitucionalistas” los que “se deben unir”.