El lider del PP aprovecha su campaña en Huelva, como ayer en Cádiz, para marcar límites claros a la inmigración irregular
MARIANO CALLEJA. ABC.- Desde la lonja de Isla Cristina, donde ha acudido hoy para apoyar al sector pesquero andaluz, Pablo Casado, pero también para hablar alto y claro sobre la inmigración. El líder del PP ha exigido una inmigración legal, ordenada y vinculada a un contrato de trabajo, y ha subrayado que es «absolutamente obligatorio» el respeto a los valores de la legislación española.
Justo cuando Vox está intentado abrirse paso en el sur de España, y sobre en todo en provincias como Cádiz, Huelva, Málaga o Almería, con un discurso radical sobre la inmigración, Casado ha querido fijar de forma bien clara la posición del PP, sin complejos, sin ambigüedades y sin medias verdades.
Lo primero que ha hecho Casado en su visita a Isla Cristina ha sido criticar la visita de Pedro Sánchez a Marruecos, que a su juicio llega mal y tarde, y encima ni siquiera ha dicho nada de las negociaciones sobre el sector pesquero. Lo que sí ha anunciado Sánchez, según ha comentado Casado, es la intención de celebrar un Mundial de fútbol en España, pero con sedes también en Portugal y Marruecos. Toda una «ocurrencia» sin sentido, según el líder del PP.
«Más allá de la anécdota, es una irresponsabilidad ir a Marruecos tarde, mal y sin resultados, en las negociaciones pesqueras y en la política de inmigración», ha advertido Casado.
El presidente de los populares ha marcado en rojo las líneas de la política del PP sobre inmigración: «España debe abrir las puertas a la inmigración legal, ordenada, vinculada al contrato de trabajo, pero no un coladero y un papeles para todos, en el que puede venir todo el mundo, sin tener ninguna responsabilidad y sin estar de acuerdo con valores de la Constitución española».
En ese sentido, ha avisado de que es «absolutamente obligatorio el respeto a los principios y valores de la legislación española». «Y si no, lo siento mucho… Pero no es compatible que algunas prácticas inasumibles, como la ablación, o algunos credos que acaban en una radicalización violenta tengan cabida en España».
Casado ha lanzado otra de las propuestas estrella del PP, como es la bajada de impuestos, o directamente su supresión, en el caso del de sucesiones, donaciones y patrimonio. En ese sentido, ha recordado que ese impuesto sigue muy alto en Andalucía, y el PP «se ha comprometido a bonificar el máximo, como ocurre en la Comunidad de Madrid». «Y yo me comprometo cuando sea presidente del Gobierno a suprimir por ley el impuesto sucesiones, donaciones y patrimonio».
Casado cree que «no hay derecho a que 7.000 andaluces todos los años renuncien a su herencia, a la casa de sus abuelos o padres, porque no tienen dinero ni para pagar los impuestos, que al final se queda la Junta de Andalucía».