Particulares ofrecen alquileres en anuncios que excluyen a los inmigrantes – Cáritas advierte de una «discriminación silenciosa» cuando buscan piso
JAUME BAUZÁ. DIARIO DE MALLORCA.- El camino para alquilar un piso en la Mallorca de la burbuja es espinoso, más aún si el inquilino es inmigrante. En los ‘cástings’ que habitualmente se organizan para visitar una vivienda el color de la piel o un acento diferente puede penalizar. «A veces ves anuncios en los que el propietario especifica que busca ‘preferentemente mallorquines o españoles’. Es lamentable», explica Magda Solís, de origen guatemalteco.
«Sí, notas una desconfianza», interviene Josefina Morales. Esta ecuatoriana recuerda que a veces es el inquilino el que echa mano de su pasaporte para ganar puntos. «Ves anuncios tipo ‘chica mallorquina busca habitación’. Como si ser mallorquina le fuera a dar una ventaja para encontrar piso», subraya.
La publicación de anuncios de corte racista en los distintos portales inmobiliarios no es un fenómeno generalizado, pero tienen una presencia significativa. «Alquilo solo a españoles europeos y de habla española», especificaba hace dos semanas un particular que ofrecía un alquiler en el barrio del Rafal Vell de Palma.
«Preferentemente españoles y gente no problemática», apuntaba otro propietario que alquilaba un inmueble en Ibiza.
«No podemos constatar que haya un problema generalizado de xenofobia, pero sí nos llegan algunas informaciones sobre casos puntuales. Hace poco supimos que a una familia de inmigrantes africanos con ingresos suficientes para pagarse un alquiler en Palma se les cerraron muchas puertas antes de conseguir una vivienda», relata Raquel Ríos, coordinadora de Acción de Base de Cáritas Mallorca.
En todo caso, advierte de que existe «una discriminación silenciosa que no se manifiesta con palabras» cuando un inmigrante se aventura a buscar piso. Y de «un repunte» de problemas con inmigrantes procedentes mayoritariamente de sudamérica.
Esta experta recuerda que los inmigrantes son un colectivo especialmente «vulnerable» a la hora de buscar piso. «Hay familias que se quedan fuera del mercado, pero no pueden irse a sus países porque allí es todavía peor. Tienen asumido que aquí lo tendrán muy difícil», explica Ríos.
En la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) también señalan la existencia de esa discriminación silenciosa, hasta el punto de que aconsejan a los inmigrantes que, si tienen la posibilidad, vayan a buscar piso acompañados por un residente mallorquín.
Otros tipos de racismo
«Cualquier persona no nacida en Mallorca que haya buscado piso aquí le podría contar al menos un episodio de racismo», destaca Àngela Pons, presidenta de la PAH en Mallorca. Sin embargo, advierte, el racismo no siempre procede de otras personas. «También de los bancos, que en los años de la burbuja se aprovechaban de los extranjeros y les firmaban hipotecas de 200.000 euros por un piso en Son Gotleu. Eso también es racismo inmobiliario», manifiesta Pons.
La presidenta de la PAH recuerda además que en los márgenes del sector inmobiliario operan «mafias extranjeras que se aprovechan de sus propios compatriotas». El racismo, incide, «va en muchas direcciones».