Dos policías locales tuvieron que disparar al aire y pedir refuerzos al verse acorralados por los radicales cerca del Rico Pérez
J.A. RICO / LUCAS V. BELMAR / J.E. MUNERA. DIARIO LA INFORMACIÓN.- Una violenta batalla campal entre 60 aficionados radicales del Hércules y el Castellón se saldó ayer en las inmediaciones del estadio José Rico Pérez con tres detenidos y siete heridos, dos de los cuales revisten mayor gravedad al sufrir sendos cortes en la cabeza. La reyerta entre los dos bandos de ultras alcanzó tal virulencia que dos agentes de la Policía Local de Alicante tuvieron que disparar al aire y pedir refuerzos al verse acorralados por los ultras. La Policía investiga si los dos grupos se concertaron previamente para agredirse en plena vía pública tres horas antes de la disputa del derbi autonómico, que no había sido considerado de alto riesgo por la Comisión Antiviolencia.
Los graves incidentes se iniciaron poco antes de las tres de la tarde, en la calle de Campo de Mirra, en el barrio de San Blas, muy cerca del estadio y en las inmediaciones del mercadillo de Teulada. En ese momento, una treintena de jóvenes seguidores radicales del Castellón, llegados en autobús hasta Alicante, se enfrentaron a golpes con palos, hierros y otros elementos contundentes a un grupo similar de ultras del Hércules. En total, 58 personas de entre 20 y 40 años a garrotazo limpio en las calles de la zona Norte de la ciudad.
A esa misma hora, dos agentes de la Policía Local que se encontraban cerca de la zona del enfrentamiento atendiendo un accidente se dirigieron hacia el tumulto para intentar disolver la pelea y poner fin a los disturbios. En ese punto, los dos policías pidieron refuerzos, pero antes de que llegaran se vieron seriamente amenazados por los violentos que participaban en la reyerta, hasta el punto de que los agentes usaron su arma reglamentaria y dispararon al aire por seguridad y en defensa propia para que los radicales que se abalanzaban sobre ellos con intención de agredirles depusieran su actitud.
En ese instante, los jóvenes iniciaron su huida, según el relato de la Policía Local, que también recibió el apoyo del Cuerpo Nacional. Finalmente, en el operativo tuvieron que intervenir un total de 14 patrullas de la Local y varias de la Nacional. Cuando llegaron los refuerzos, los agentes iniciaron la persecución por esta zona del barrio de San Blas de los jóvenes que participaron en la batalla campal, muchos de los cuales vestían de negro y se cubrían el rostro con sudaderas, pañuelos, bufandas y otras prendas. Se da la circunstancia de que entre los grupos de violentos había alguna mujer.
La intervención policial arrojó un balance de tres varones detenidos -de 34, 36 y 27 años-, dos de ellos seguidores del Castellón y uno del Hércules, que fueron trasladados a la Comisaría. Dos de los arrestados lo fueron por un presunto delito de riña tumultuaria y el tercero por atentado a la autoridad. A muchos de ellos les intervinieron bengalas, palos, hierros y otros objetos contundentes que utilizaron como armas durante la reyerta.
Además, los agentes de ambos cuerpos policiales identificaron como participantes en el enfrentamiento a un total de 55 personas, 30 aficionados del conjunto castellonense y 25 del alicantino. Todos ellos van a ser propuestos para que sean sancionados por infracción de la Ley del Deporte con la medida cautelar de prohibición de acceso a un campo de fútbol y multas de hasta 3.000 euros.
La Policía da por hecho que los dos grupos de violentos organizaron una «quedada» previamente para agredirse en las calles de Alicante antes del partido, que no había sido declarado de alto riesgo. Tras la intervención policial, el responsable de coordinación del Cuerpo Nacional ordenó el regreso inmediato a Castellón del autobús en el que viajaron la treintena se seguidores radicales «orelluts».
En cuanto al parte sanitario, en la pelea resultaron heridos un total de siete jóvenes, dos de los cuales revestían mayor gravedad por sufrir sendos aparatosos cortes en la cabeza. Varios de ellos fueron atendidos sobre el terreno en una ambulancia que se desplazó hasta la calle de Campo de Mirra.
Mientras, el Centro de Información y Coordinación de Urgencias (CICU) de Alicante informó de que a las 14.50 horas recibió el aviso que alertaba de la pelea multitudinaria. Hasta la zona se desplazó un vehículo de soporte vital básico que trasladó al Hospital General de Alicante a un varón de 41 años.
Al mismo centro sanitario fue conducido por la Policía Local otro joven de 27 años, mientras que otro de 20 años llegó al hospital por sus propios medios para ser atendido. Del mismo modo, un joven de 18 años fue tratado de varias contusiones y recibió el alta voluntaria.
Los dos clubes condenan los graves disturbios
Cinco horas después de ocurridos los violentos enfrentamientos y al término del partido entre Hércules y Castellón, los entrenadores de ambos equipos, Lluís Planagumà y David Gutiérrez, condenaron los hechos, a pesar de que no conocían a fondo los detalles de la pelea. Los dos clubes también rechazaron de plano los hechos, ofrecieron toda su colaboración con la Policía y anunciaron medidas contra los implicados si son socios o abonados.