El presidente defiende la inmigración y la pluralidad frente a “narrativas excluyentes”
CARLOS E. CUÉ. EL PAÍS.- Pedro Sánchez aprovechó el foro de la Asamblea General de la ONU, ante la que hablaba por primera vez y después de cuatro años de ausencia de Mariano Rajoy, para lanzar un mensaje de reivindicación de la inmigración legal, de la diversidad, del multilateralismo y de los liderazgos que generan consensos. En el mismo lugar donde había hablado en sentido contrario Donald Trump, Sánchez utilizó la propia historia de España y la realidad política de este país, uno de los pocos de Europa sin un partido claramente xenófobo en el Parlamento, para marcar ese camino como un ejemplo.
“España ha sufrido los embates de la crisis económica como pocos en Europa. Pese a ello, la inmensa mayoría de la sociedad española jamás ha dado la espalda al drama migratorio. Me siento orgulloso de ello. De una sociedad que no se ha dejado radicalizar al calor del discurso xenófobo y basado en la cultura del miedo al diferente”, clamó el presidente. Para él, esto tiene una explicación histórica. Varias veces en estos días en Nueva York le han preguntado por qué en España no se extiende tanto el racismo como en Italia o Francia. “Fuimos un país de emigrantes y de refugiados también”. Sánchez aseguró que España da la bienvenida al pacto mundial por una migración segura, ordenada y regular, que se firmará en Marrakech en diciembre. “Frente a la imagen de países fortaleza, de narrativas excluyentes y xenófobas, reivindicamos las idea de solidaridad, humanidad y respeto”, remató.
Buena parte del discurso estaba centrado en ese mensaje contra el odio al diferente y a favor del multilateralismo. “Invertir en educación, en la juventud, adoptar un enfoque adecuado e integrador en la cuestión migratoria y dar herramientas a los medios de comunicación para combatir los discursos del odio y luchar contra los estereotipos resultan esfuerzos esenciales”, insistió. Incluso lo hizo hablando de Nueva York. “Una ciudad que vio llegar a millones de seres humanos huyendo de la pobreza y la persecución ideológica o religiosa, en su mayoría europeos. Hoy se extiende un velo de amnesia colectiva sobre el recuerdo de lo que somos: pura diversidad”.
También reivindicó su discurso más feminista y de reivindicación de la ONU. “Debemos erradicar todas las discriminaciones que todavía sufre la mujer, ya se llame violencia de género, trata de mujeres o mutilación genital”, aseguró, para reivindicar el gesto de apoyo a la mujer de su propio Ejecutivo. “El Gobierno que presido tiene un 60% de mujeres porque aspira a liderar desde el ejemplo”.
Pero sobre todo Sánchez quería contrastar con los discursos xenófobos y unilateralistas, y por eso terminó con un verso de León Felipe: “Lo que importa no es llegar solos y los primeros, sino llegar todos juntos y a tiempo”.