La monumental obra ‘Historia de los judíos’, de Simon Schama, recorre la azarosa existencia de este pueblo a lo largo de los siglos
ÁLVARO SOTO. DIARIO HOY.- Para contar ‘La historia de los judíos’ hacen falta, por lo menos, tres monumentales volúmenes de mil páginas cada uno. El profesor de la Universidad de Columbia Simon Schama ya lleva escritos dos de ellos (publicados en Debate), que abarcan desde el año 1000 antes de Cristo hasta 1492 (el primero) y desde esa fecha hasta 1900 (el segundo), y promete un tercer libro, con el azaroso siglo XX y los primeros años del XXI. Mientras tanto, reflexiona sobre la paradoja de que su pueblo (es judío y se considera sionista, es decir, partidario del Estado de Israel, aunque también defiende un Estado para Palestina) haya sido perseguido cuando ha sido una minoría y también cuando se ha integrado en la cultura nacional de los países en los que han vivido.
«¿Que por qué ese odio irracional a los judíos? Siempre me lo preguntan, ¡pero a esa cuestión deberían contestar los no judíos!», comienza Schama. Él lo achaca a «la paranoia» de los primeros cristianos, «que creían que los judíos querían convertirles de nuevo al judaísmo». Persecuciones recurrentes, expulsiones y el Holocausto son algunos capítulos de esa historia de los judíos que cuenta Schama y que recoge apenas un puñado de lugares y momentos en los que ser judío no fuera un estigma: «En China», contesta sin dudar. «Y en Holanda antes del nazismo. Estados Unidos y Reino Unido, aunque han tenido sus brotes de antisemitismo, también han sido lugares tranquilos», apunta el historiador, una estrella mediática en la BBC, colaborador de ‘The Guardian’ y ‘Financial Times’ y autor, entre otros libros, de ‘Los ojos de Rembrandt’ y ‘Auge y aída del Imperio Británico’.
En su opinión, los tiempos no están mejorando: «Ser judío hoy es mucho más peligroso que hace 50 años. Ahora nos encontramos con gente que niega el Holocausto y tenemos internet, que facilita el acceso a libros llenos de mentiras como ‘Los protocolos de los sabios de Sión’». El conflicto entre Israel y Palestina sirve como justificación al antisemitismo actual, cree el autor. «Yo soy crítico con el Estado de Israel, y se puede ser crítico con Israel sin decir que Israel no tiene derecho a existir ni que fue un invento racista ni que es el nuevo Tercer Reich», destaca.
En la memoria judía, España ocupa un lugar preferente. «En la España visigoda, antes de que hubiera cristianos, ya había judíos», cuenta Schama; «hasta el 1400 los judíos tuvieron una relación muy rica con otras culturas, pero a partir de esa fecha comenzaron la destrucción física de las sinagogas y los asesinatos por miles. La expulsión de 1492 supuso un gran desarraigo y fue realmente traumática».
Y pese a todo, el pueblo judío continúa sobresaliendo en cualquier actividad intelectual. Son apenas el 0,2% de la población mundial, pero ganan el 25% de los premios Nobel. «Estamos obsesionados con la educación», explica Schama; «creemos de forma optimista en el poder del intelecto, del conocimiento. A lo largo de la historia, a los judíos se les ha arrebatado sus instituciones, sus monumentos, sus edificaciones, y tuvieron que ir de un lugar a otro, pero siempre creyeron en la escritura y en el conocimiento». Bob Dylan, Philip Roth, Woody Allen o Steven Spielberg son algunas de las personalidades judías que han marcado la cultura de las últimas décadas. «Hay algo creativo en la ansiedad, en sentirse inquieto, en la idea de que la vida es algo provisional porque no saber nunca cuándo uno va a tener que irse es un estímulo creativo muy potente», dice el historiador; «igual que el humor judío, que responde a ese estado de ansiedad».
¿Cómo será el futuro del pueblo judío? «Habrá futuro, pero será complicado», opina Schama. Porque a las tradicionales amenazas externas hay que sumar la propia divisón de los judíos, los de la diáspora frente al Gobierno de Israel. «Por primera vez hay una gran cantidad de judíos por todo el mundo que no están de acuerdo con el Gobierno de Israel», culmina.