Grupos de manifestantes se reunieron a mediodía en el centro de la ciudad entonando consignas y elevando pancartas con mensajes de rechazo al racismo
Horas después, grupos de neonazis han comenzado a llegar a la capital, con fuerte presencia policial
12/08/2018 El Diario.- Varios miles de manifestantes se han reunido este domingo en una céntrica plaza de Washington para clamar contra la llegada de supremacistas blancos a la capital de EE.UU. en el primer aniversario de la sangrienta marcha de neonazis de Charlottesville (Virginia).
Diversos grupos de manifestantes se reunieron a mediodía en el centro de la ciudad entonando consignas y elevando pancartas con mensajes de rechazo al racismo, la xenofobia y el fascismo para evitar que se repitan sucesos trágicos como los vividos en agosto de 2017.
Entre los protestantes se encontraba Amanda Trebach, miembro de la Internacional Socialista y enfermera, quien cree que los neonazis tienen que ser confrontados en número en las calles para que vean que su mensaje no es el mayoritario. «Creo que el presidente (Donald Trump) está reforzando el mensaje de los nazis porque apoya muchas de sus ideas, porque no ha salido a condenar los grupos que llegan hoy a la ciudad. Les ha empoderado», enfatizó a Efe la activista, quien explicó que las acciones físicas contra estos xenófobos no son la mejor forma de rebatirles.
Por otro lado, Ian, un joven antifascista que cubre su rostro con un pañuelo multicolor, explicó que ha decido llegar desde Baltimore (Maryland) para demostrar que existe una oposición activa a la toma de espacio público por parte de los neonazis.
Sobre si alguna táctica violenta o física es necesaria contra los supremacistas, Ian explicó a Efe que contemplan «una gran diversidad» de estrategias y aseguró que no le importa lo que diga la Constitución: «Lo que me importa es que el fascismo no consiga legitimar el supremacismo blanco».
Estas protestas buscan rechazar la marcha «Unir a la derecha», convocada por quienes hace un año aterrorizaron a todo el país en Charlottesville con una protesta similar.
Los contramanifestantes llegaron con la premisa de no coincidir en tiempo y lugar con los neonazis para evitar las situaciones de violencia que se vieron en 2017, pero la alerta de seguridad es máxima en la capital, en parte porque el lugar en el que convergen las dos concentraciones es el Parque Lafayette, ante la Casa Blanca.
Dentro de los actos en rechazo a los extremistas se encuentra uno del movimiento «Black Lives Matter» (Las Vidas de los Negros Importan) y otro de un bloque de antifascistas cuyos detalles no se han desvelado.
El presidente de Black Lives Matter Nueva York, Hawk Newsome, viajó a pie durante los últimos días desde la Gran Manzana hasta Washington con motivo de los acontecimientos de este domingo, en el que el organizador de los racistas le había invitado a compartir escenario con él, algo que Newsome rechazó categóricamente.
Las protestas en Charlottesville, símbolo de la tensión racial, ocurrieron hace un año, cuando supremacistas blancos marcharon por la ciudad en protesta por la retirada de una estatua de un general esclavista durante la guerra civil de EE.UU.
Entonces, un manifestante neonazi embistió con su vehículo a una multitud que participaba en una contramarcha antirracista, acto que acabó con la vida de una mujer, Heather Heyer, e hirió a otras 19 personas. Además, dos policías murieron en un accidente de helicóptero cuando acudían a sofocar las protestas.