Existe un término para definir el racismo de quienes no se consideran racistas, se trata de “racismo asertivo”
27/06/2018 Cadena Ser.- El otro día leí en una carta al director de El Periódico una especie de test para averiguar si uno puede ser fascista sin saberlo. La lista de preguntas era muy interesante, e incluía algunas relacionadas directamente con la inmigración. Bueno, pues hoy que el tema está tan de actualidad, que se ha debatido hace unas horas en el Congreso, que va a ser objeto a partir de mañana de un Consejo Europeo, hoy les propongo una especie de segunda parte, de segunda pregunta: ¿somos racistas, sí o no?
Si nos referimos al país entero y le preguntamos, por ejemplo, a la ONG SOS Racismo la respuesta es clara: “España no es racista, pero…” y es a partir de ese “pero”, de esos puntos suspensivos que una activista pidió hace dos semanas a través de Twitter que le enviaran frases de racismo cotidiano, ¡y la respuesta ha sido espectacular!, lleva acumuladas más de 150. Algunas son zafias, incluso violentas, del tipo: “tanto que te gustan los moros, ojalá te viole uno”, o la típica “si tanto te importan los inmigrantes, por qué no los metes en tu casa”. Pero las que más me llaman la atención son algunas que se han incorporado con absoluta normalidad al lenguaje habitual, ¡y que damos por buenas!, “hay que evitar el efecto llamada”, “si yo voy a su país y tengo que respetar su cultura, que respeten ellos la nuestra cuando vienen” por no entrar ya en escenas, en conversaciones que a todos nos sonarán.
Una chica negra, por ejemplo, “¿de dónde eres? de Cáceres. Pero, ¿cómo vas a ser tú de Cáceres? o una chica blanca, de cualquier país latinoamericano y que tenga que escuchar frases del tipo: “¿sudaca, tú no pareces sudaca?” En fin, el muestrario es extenso y si quieren entrar en “Verne”, en “El País”, les aseguro que merece la pena.
Tal vez ahí descubran, identifiquen comportamientos –o pensamientos- que igual no tenían catalogados como racistas pero que en el fondo lo son. De hecho, existe un término para definir el racismo de quienes no se consideran racistas. Se trata de “racismo asertivo”, lo acuñaron hace ya unos cuantos años dos sociólogos norteamericanos y se refiere a aquellos que comienzan sus frases diciendo: “yo no soy racista, pero…” creo que es un momento muy oportuno para planteárselo.