24/06/2018 Cadena Ser.- El jugador de origen turco habló antes los medios con el apoyo de todos sus compañeros tras ser el foco de las críticas tras la derrota ante Alemania
El combinado de Suecia se unió antes del entrenamiento para mandar un mensaje muy contundente al mundo del fútbol: «Que le den al racismo». Durmaz, jugador de origen turco y que ha recibido miles de insultos tras cometer la falta que dio origen al gol de Alemania, se puso delante de los medios para denunciar la cantidad de insultos que había recibido a través de las redes sociales.
«Soy un jugador de primer nivel y sabemos que tenemos que vivir con las críticas, es parte de nuestro trabajo pero que te llamen negro sangriento, asesino suicida… y recibir amenazas de muerte hacia mí y mis hijos es inaceptable», dijo.
«Soy sueco y estoy orgulloso de llevar la camiseta y nuestra bandera. También quiero darle cariño a toda la gente que me ha apoyado y mandado su cariño. Estamos juntos, somos Suecia», así acabó su discurso el jugador sueco antes que toda la expedición sueca gritase: «A la mierda el racismo».
Apoyado por todos sus compañeros
Los insultos a Durmaz provocaron centenares de comentarios de apoyo al jugador en la misma red social, al igual que el apoyo expreso de varios de sus compañeros.
«Es demasiado, me pone de muy mal humor, que la gente no tenga más respeto es molesto. Les habría dicho cuatro cosas si me los encuentro. No puede pasar, me irrita mucho y me pone muy triste», afirmó Emil Forsberg.
El central Pontus Jansson denunció que los comentarios racistas «no tienen nada que ver» con el fútbol y resaltó que Durmaz «sabe que todos estamos con él, igual que la mayor parte de la sociedad sueca», además de rechazar que la derrota fuera culpa suya.
«No hay ninguna sombra sobre Jimmy, no se puede decir nada malo de él. A la mierda con que la gente le eche la culpa a una persona. Se gana y se pierde como un equipo», afirmó Albin Ekdal.
El máximo responsable de la selección sueca, Lars Richt, mostró su «desagrado» con lo ocurrido y recordó que «no es nada que él hiciera con intención».