El atentado se produjo cuando un grupo de coptos celebraba una boda
Una niña de ocho años, entre las víctimas
RICARD GONZÁLEZ. EL PAÍS.- La violencia sectaria se extendió el domingo por la noche al corazón de El Cairo. Cuatro personas murieron y cerca de una veintena resultaron heridas en un ataque contra un grupo de cristianos que celebraba una boda frente a una iglesia en el barrio de Waraq, al norte de la capital. Entre las víctimas mortales hay dos niñas, Miriam Ashraf, de solo ocho años, y Miriam Nabil de 12. De momento, se desconoce la autoría del atentado, pues los criminales pudieron huir del lugar de los hechos.
“Después de oficiar el matrimonio, los familiares y amigos de los novios estaban celebrándolo delante de la iglesia. De repente, un par de encapuchados abrieron fuego contra la multitud desde una motocicleta, y luego escaparon”, explicó Bishoy Lofty, el cura de la iglesia de Waraq, en declaraciones a la cadena de televisión egipcia CBC. “En este barrio no ha habido nunca tensiones sectarias. Ni tan siquiera en la época de Mubarak. Las relaciones entre cristianos y musulmanes son buenas”, añadió el religioso.
Además de las dos niñas, fallecieron un hombre y una mujer, que era la madre del novio. El atentado suscitó declaraciones de condena por parte de la mayoría de fuerzas políticas, incluidas las de ideología islamista. “Este es un ataque contra la religión así como la moral”, dijo a través de un comunicado público Ahmed Tayyeb, el gran jeque de Al Azhar, la más prestigiosa institución del Islam sunnita. Algunos grupos cristianos han criticado al ministerio del Interior por su incacacidad de proteger a la comunidad.
Durante las últimas semanas se han producido diversos ataques contra iglesias y propiedades de egipcios cristianos coptos, que representan cerca de un 10% de la población egipcia. La mayoría de estos actos violentos de naturaleza sectaria tuvieron lugar a mediados de agosto, inmediatamente después del desalojo de los campamentos de protesta islamistas de Rabá al-Audawiya, en el que murieron decenas de simpatizantes islamistas.
La organización de Derechos Humanos Amnistía Internacional publicó recientemente un informe en el que denunciaba que los cristianos se han convertido en los chivos expiatorios por la represión de las sentadas a favor de Morsi. En concreto, Amnistía asegura que 43 iglesias fueron asaltadas, así como 200 propiedades de cristianos.
El texto denuncia la pasividad de las fuerzas de seguridad frente a estos ataques. “No impidieron los ataques de la muchedumbre enfurecida que incendió y en ocasiones arrasó iglesias, escuelas y centros de beneficencia cristianos”, apunta el texto. La mayoría de los ataques tuvieron lugar en el sur del país, sobre todo en la provincia de Minia, donde existe una importante minoría cristiana.
Por otro lado, la tarde del domingo se registraron disturbios en los aledaños de la Universidad de Al Azhar, uno de los centros teológicos más prestigiosos del Islam sunnita. Las fuerzas de seguridad dispersaron por la fuerza una concentración de estudiantes de Al Azhar partidarios del presidente islamista Mohamed Morsi, depuesto el pasado 3 de julio en un golpe de Estado. Desde entonces, la nación árabe ha caído en una espiral de violencia que no parece tener final.