Mujeres juristas creen que discriminación de aceitera debe ser delito de odio

| 5 junio, 2018

Madrid, 5 jun (EFE).- La discriminación sufrida por las trabajadoras de una empresa aceitera de Lucena (Córdoba) es «tan descaradamente machista y tan descaradamente ofensiva» que debería ser «constitutiva de delito de odio hacia la mujer», según la Asociación de Mujeres Juristas Themis.

El sindicato CCOO ha denunciado a una aceitera de Lucena por discriminación por razón de género al no abonar a sus empleadas atrasos alegando que en el convenio se «habla de trabajadores pero no de trabajadoras».

Según el sindicato, la empresa aduce que en el convenio se «habla de trabajadores pero no de trabajadoras», mientras que las mujeres afectadas tienen pendientes los pagos desde el 1 de enero de 2017, cuando el convenio se publica en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP), hasta diciembre de ese mismo año.

«Toda la vida hemos tenido que aguantar que en el masculino estuviéramos incluidas las mujeres, pero ahora además se intenta aprovechar de una manera terrible para discriminar, para tratar desigual, para pagar todavía menos a las mujeres por el mismo trabajo de los hombres. Es inconstitucional, esa conducta debería incluirse incluso como delito de odio», ha explicado a Efe la vicepresidenta de Themis, Altamira Gonzalo.

En el mismo sentido, la presidenta de la Federación Mujeres Progresistas, Yolanda Besteiro, ha señalado que esta decisión de la empresa «seguramente podría considerarse un delito de odio y discriminación» hacia las mujeres.

«Es completamente discriminatorio y fuera de lugar, parecería una broma si no fuera porque es verdad», ha lamentado Besteiro.

Gonzalo ha calificado la actuación de la empresa de «descaradamente machista» y «descaradamente ofensiva»: «La inspección de trabajo debía de poner una sanción ya a esa empresa por conducta discriminatoria por razón de sexo».

Desde la Fundación Mujeres, su presidenta, Marisa Soleto, ha asegurado que «esta discriminación salarial directa» por parte de la aceitera es una «tomadura de pelo» a los agentes sociales y a las propias trabajadoras, y ha deseado que tanto los sindicatos que intervienen como la justicia del ámbito laboral así lo reconozcan.

El escándalo ha llegado hasta la academia. La Real Academia Española (RAE), en su cuenta de Twitter y en respuesta a numerosos usuarios, ha destacado que «en español, como en muchas otras lenguas, el género facultado para referirse a colectivos mixtos es el masculino, que es el término no marcado de la oposición de género».

«Salvo que la mención explícita de ambos géneros sea un factor relevante en el mensaje (lo que no ocurre normalmente), esos desdoblamientos son innecesarios desde el punto de vista lingüístico», ha continuado, para concluir que «quizá la insistencia de afirmar que el masculino genérico invisibiliza a la mujer traiga consiga estas lamentables confusiones».

Respecto a la reacción de la RAE, Soleto ha considerado que esta institución «debería tener un comportamiento mucho más serio que la mera frivolidad del debate lingüístico», ya que «lo que está en juego» son los derechos laborales de tres mujeres.

«En lugar de aprovechar la coyuntura para darnos un pescozón a las feministas, que es lo que ha hecho la RAE, debería tomarse muchísimo más en serio lo que es la utilización del lenguaje para la vulneración de los derechos de las mujeres», ha censurado.

«Cualquier avance de las mujeres es contestado con un ataque más por parte del patriarcado», ha añadido Gonzalo desde Themis, mientras que Besteiro ha censurado que la RAE «responsabilice a las feministas de crear confusión con el lenguaje». EFE

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