Budapest, 30 may (EFE).- Varias ONG y organizaciones internacionales criticaron hoy como «cruel experimento» la polémica ley que ha propuesto el Gobierno conservador nacionalista de Hungría para restringir significativamente las ayudas a refugiados y solicitantes de asilo.
«Este es un cruel experimento para cerrar herméticamente las fronteras del país ante los refugiados y para criminalizar la ayuda a los solicitantes de asilo», aseguró hoy la directora de Amnistía Internacional de Hungría, Júlia Iván.
«El Gobierno parece que ha decidido convertir a Hungría en el país que trata más cruelmente a los refugiados y solicitantes de asilo», agregó Iván.
Otros, como la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), pidieron al Gobierno del primer ministro nacionalista Viktor Orbán que retire la ley, ya que «de ser aprobadas, estas propuestas privarán de asistencia esencial a personas forzadas a huir de sus hogares, inflamarán aún más el discurso político y aumentarán las actitudes xenófobas».
El Gobierno de Orbán presentó ayer un polémico proyecto de ley que penaliza a quienes ayuden a inmigrantes en situación irregular -entre los que se incluyen refugiados y solicitantes de asilo- con penas de hasta un año de cárcel.
Esa iniciativa prevé que si alguien apoya la inmigración ilegal de una manera duradera o con dinero puede ser castigado con un año de prisión, así como también cuando realiza esa actividad dentro de una franja de ocho kilómetros desde las fronteras o por beneficio financiero.
El proyecto de ley lleva el nombre de «Stop Soros», en alusión al magnate de origen húngaro George Soros conocido por apoyar diferentes proyectos en defensa de los valores liberales y los derechos humanos.
El Gobierno de Orbán ha hecho de todo desde 2015 para detener a los refugiados, primero construyendo vallas en sus fronteras del sur y después aplicando leyes que prevén hasta 5 años de cárcel a los que cruzan las lindes de una manera irregular.
«El Gobierno amenaza con el derecho penal a todos aquellos que se comprometen con los derechos humanos», asegura en un comunicado la ONG Comité Helsinki Húngaro y agrega que la propuesta «intenta restaurar el ambiente del miedo, no experimentado desde hace décadas».
En el poder desde 2010, Orbán ha vinculado la inmigración con la delincuencia y el terrorismo y ha asegurado que pone en peligro la identidad europea. EFE