18/05/2018 Público.- El abogado estadounidense Aaron Schlossberg ha demostrado que, en los tiempos que corren, el racismo y la xenofobia cada vez gozan de menor impunidad a ojos de la sociedad. Y no porque esta fuera su intención, sino todo lo contrario: Schlossberg se ha hecho famoso sin quererlo gracias a un vídeo que ha corrido como la pólvora en el que se le ve insultando y amenazando a un grupo de camareros de un restaurante en Manhattan (Nueva York) por hablar en español a los clientes.
«Supongo que no están documentados, así que mi próxima llamada es al ICE (Servicio de Inmigración y Control de Aduanas) para deportar a cada uno de ellos de mi país», le grita el abogado al encargado del establecimiento, y continúa increpando: «Yo pago por su bienestar. Pago porque ellos estén aquí. Lo menos que pueden hacer es hablar inglés. Si tienen intención de administrar un local en Manhattan, su personal debe hablar en inglés, no en español».
A pesar de que al principio había quien pensaba que se trataba de un montaje, lo cierto es que el abogado racista ha sido despedido del bufete en el que trabajaba por su comportamiento «ofensivo», según informa el medio estadounidense Univision
Además, en un vídeo que publicaba el NY Post, se ve cómo Schlossberg es perseguido por varias cámaras intentando huir y tapándose con un paraguas mientras le preguntan por qué no da la cara y si no se avergüenza de ser tan racista.
Pero la cosa no ha acabado aquí. Además de una petición abierta en la plataforma Change.org pidiendo la inhabilitación del abogado, en GoFundMe han iniciado una campaña bajo el nombre Mariachis for Aaron para recaudar dinero con el fin de poder enviar una banda de mariachis a casa del jurista a que le canten personalmente La Cucaracha. Pero el volumen de dinero recaudado ha superado todas las expectativas y, además, los organizadores han decidido incluir una ración de tacos en la visita.
Por su parte, los usuarios de la red social Twitter no han podido evitar alegrarse de que las consecuencias ante actuaciones racistas como la de Schlossberg den cada vez menos cabida a la perpetuación de la xenofobia y la respuesta de la sociedad se vuelva cada vez más contundente.