Londres baraja conceder el permiso de residencia a los entre 500.000 y 700.000 inmigrantes ilegales en Reino Unido
ALBERTO MUÑOZ. EL MUNDO.- El ministro de Exteriores británico, Boris Johnson, ha abierto la puerta a la posibilidad de conceder una amnistía que resulte en un permiso de residencia para los entre 500.000 y 700.000 inmigrantes ilegales que se calcula que llevan más de 10 años residiendo en Reino Unido. Eso sí, para ello tendrían que demostrar «estar completamente limpios» y no haber cometido ningún delito durante su estancia en el país.
La propuesta llega después de que esta misma semana se anunciase una medida parecida para los refugiados del Windrush, cuyos documentos de llegada al país habían sido destruidos a pesar de haber sido invitados por el Gobierno británico y que se estaban enfrentando ya a amenazas de deportación. Por ello, y ante el escándalo que se había levantado durante la semana en que los líderes de la Commonwealth se reunían en Londres, el Ejecutivo de Theresa May se ha visto obligado a ofrecer un indulto para todos aquellos que llegaron antes de 1971.
De hecho no es la primera vez que la ‘premier’ y el ministro chocan en este tema. Según ha recordado una fuente gubernamental, la misma disputa tuvo lugar durante la campaña para el referéndum de salida de la Unión Europea y también cuando ambos ocupaban los puestos de ministra de Interior y alcalde de Londres. Johnson defendió entonces que no sólo sería la opción «más humana», sino que incrementaría el volumen de impuestos recaudado por el Estado porque retiraría dinero de la economía sumergida. May no dudó entonces en contradecirle, asegurando que se enviaría el «mensaje equivocado» y que además la gente pensaba que la inmigración ilegal estaba «claramente mal».
En cualquier caso, y más allá de las disputas internas, la actual ministra de Interior, Amber Rudd, que la semana pasada se encontraba en la cuerda floja por el escándalo del Windrush, tendrá que enfrentarse a las preguntas del Comité de Asuntos Interiores sobre la situación del resto de inmigrantes de la Commonwealth. Ahora mismo la conservadora está intentando hacer todo lo posible por depurar su imagen de cara a la opinión pública, ofreciendo su perfil más amable con el tema de los inmigrantes y disculpándose por situaciones como las cartas con amenazas de deportación que recibieron los caribeños llegados tras la Segunda Guerra Mundial.
Por ello el Home Office se encuentra ahora mismo revisando décadas de registros de expulsiones de Reino Unido para comprobar si alguna de estas personas fue enviada de vuelta a su país de origen por la fuerza, pero la Commonwealth no es el único frente abierto que tiene ahora mismo. El tema de los derechos de los inmigrantes europeos, que parecía cerrado en el último acuerdo alcanzado entre la UE y el Gobierno británico, se ha vuelto a reabrir por las sospechas que existen de que en un futuro pueda suceder lo mismo que ha ocurrido con el Windrush.
Una situación que ha llevado a políticos como el ex primer ministro belga y coordinador del Brexit para la UE, Guy Verhofstadt, a asegurar que este tipo de escándalos crean «ansiedad» entre los ciudadanos europeos que residen en Reino Unido, aprovechando además para hacer una serie de recomendaciones al Ejecutivo británico sobre las garantías que tienen que ofrecer. Para intentar frenar la crisis lo antes posible, el Ministerio del Interior envió ayer mismo a un grupo de representantes con el fin de explicar a Verhofstadt y al resto de miembros del equipo negociador de la UE el proceso que tendrán que seguir los europeos que quieran permanecer en el país una vez que el Brexit sea una realidad.
«La principal razón de esta reunión es la de conseguir toda la información que pueda proporcionarnos el Home Office. Efectivamente tras el escándalo del Windrush había, y todavía la hay, una gran ansiedad entre los europeos que residen allí por si les ocurre los mismo en un futuro», confirmó el belga. «Hemos llegado a un acuerdo por el que el Parlamento Europeo enviará una serie de preguntas, peticiones y recomendaciones que serán enviadas a las autoridades de Reino Unido».