La totalidad de partidos del espectro parlamentario habían respaldado la convocatoria de usar en esta jornada la kipá
GEMMA CASADEVALL. EFE.- Miles de alemanes, judíos o no judíos, siguieron este miércoles la consigna de concentrarse en distintas ciudades del país, como Berlín, Colonia y Múnich, cubiertos con una kipá, en señal de solidaridad y en contra de los ataques antisemitas.
A la concentración de Berlín, ante la Casa de la Comunidad Judía, acudieron desde el alcalde-gobernador, el socialdemócrata Michael Müller, hasta el jefe del grupo conservador en el Bundestag (Parlamento), Volker Kauder; el diputado germano-turco y exlíder de Los Verdes, Cem Özdemir, o miembros del Partido Liberal (FDP) y La Izquierda.
La totalidad de partidos del espectro parlamentario -incluida la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD)- habían respaldado la convocatoria de usar en esta jornada la kipá.
Algunos diarios locales, como el izquierdista Die Tageszeitung y el conservador Der Tagesspiegel, habían incorporado la prenda como “recortable” en sus portadas, que finalmente se colocaron, en versiones más o menos improvisadas, tanto hombres como mujeres, pese a que tradicionalmente está reservada a los varones.
El detonante de la llamada a la solidaridad es el ataque sufrido hace unos días en pleno centro de Berlín por un joven israelí que llevaba esa prenda y sobre el que se lanzó a golpes de cinturón un refugiado sirio de 19 años, que posteriormente se entregó. Las imágenes fueron grabadas y colgadas en internet por la víctima de la agresión -quien, según explicó luego, no es judío, pero quería mostrar lo que puede pasarle a alguien que lleve una kipá en la Alemania actual.
El presidente del Consejo Central de los Judíos, Josef Schuster, advirtió a continuación de que el antisemitismo está presente en todos los ámbitos de la sociedad actual, sea el político, el laboral o el fútbol, por lo que “desaconsejaba”, por razones de seguridad, el uso de la kipá por las calles de las ciudades alemanas.
“No puede ser que, tantos años después del Holocausto, tengamos que seguir pidiendo a nuestros hijos e hijas que mejor se escondan la estrella de David cuando vayan en metro”, prosiguió Schuster, respecto a la realidad diaria de la comunidad judía alemana.
Las muestras de solidaridad de hoy, en las calles, habían ido precedidas por las condenas al antisemitismo desde el estamento político tanto de la canciller Angela Merkel como del ministro de Exteriores, Heiko Maas, quien colgó una foto suya, con la kipá, en su cuenta en Twitter.
A la ola de indignación por ese ataque se sumaron las críticas generadas por la entrega de un prestigioso premio musical a un álbum de los raperos Kollegah y Farid Bangon claramente antisemita. Ya en la gala de esos galardones, los llamados Premios Echo, hubo una primera protesta por parte del líder de la banda punk alemana “Die toten Hosen”, Campino, quien desde el escenario criticó esa elección.
Destacados artistas que habían recibido en años anteriores el galardón -el mayor de la industria musical alemana- han devuelto esa distinción, entre ellos el músico argentino-israelí Daniel Barenboim, director de la Ópera Estatal de Berlín, así como su colega alemán Christian Thielemann.
Hoy, finalmente, el consejo directivo de la Asociación de la Industria Musical Alemania anunció la supresión de esos galardones, tras admitir que el daño ocasionado por la controversia es “irreparable”.